La noche del martes en la ciudad de Cárdenas, provincia de Matanzas, un grupo de mujeres trans fue víctima de una violenta agresión por parte de un grupo de hombres que pasaban en un coche de caballos por el lugar donde se encontraban reunidas. Las víctimas relataron que los atacantes arrojaron piedras y botellas, causando lesiones físicas en varias de ellas.
En declaraciones a Martí Noticias, una de las mujeres trans agredidas, identificada como Jenny Colón, expresó su desconfianza ante la capacidad de las autoridades cubanas para emprender acciones tras el incidente. Según su testimonio, cuando acudieron a la unidad de policía local para presentar una denuncia, se les negó la posibilidad de hacerlo debido a que sus lesiones eran consideradas leves.
«Para que aceptaran la denuncia tiene que haber brazo partido, puñaladas, cabeza partida; mientras tanto, no son denuncias. Casi todas las semanas nosotros tenemos una cosa parecida así, lo que ya hacía que no íbamos a la unidad de la policía, porque… ¿para qué?, si no nos hacen caso», lamentó Colón.
Otra de las víctimas, conocida como La Rusa, también denunció la falta de atención policial en casos de violencia contra la comunidad LGTBIQ+. «Nosotros hablamos con la policía y volvieron a dar la misma respuesta que no procedía ni los crímenes de odio, ni la homofobia ni la transfobia», expuso.
El testimonio de estas mujeres trans arroja luz sobre la impunidad y la falta de protección que enfrenta la comunidad LGTBIQ+ en Cuba. A pesar de los avances legislativos en el país, como la aprobación de la Ley de Identidad de Género en 2018, todavía existe una brecha significativa entre la protección legal y la realidad cotidiana de las personas LGBTQA+.
La violencia contra la comunidad LGTBIQ+ es un problema grave en todo el mundo, y es necesario tomar medidas concretas para garantizar su protección y seguridad. Es importante que las autoridades cubanas tomen en serio estos incidentes y se comprometan a investigarlos a fondo, así como a prevenir futuras agresiones.