El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se reunirá con el papa Francisco en una visita de cortesía que tendrá lugar el próximo 20 de junio en el Vaticano. Acompañado por su esposa, Lis Cuesta, y el canciller Bruno Rodríguez, Díaz-Canel sostendrá una conversación con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin. Aunque la visita será de breve duración y sin protocolo, es significativo que el líder cubano sea recibido por el pontífice, especialmente considerando las difíciles relaciones entre el Gobierno de Cuba y la Iglesia católica.
La reunión entre Díaz-Canel y el papa Francisco se produce en un contexto en el que la Iglesia católica ha estado impulsando negociaciones para lograr la liberación de los más de 1.000 presos políticos encarcelados en Cuba. La represión violenta y los arrestos realizados por el Gobierno cubano en respuesta a las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) generaron preocupación en la comunidad internacional, incluyendo a la Iglesia católica. A pesar de las declaraciones problemáticas de Francisco sobre su simpatía por el régimen cubano, el papa envió al cardenal Beniamino Stella a La Habana en enero de este año para dialogar sobre la posibilidad de amnistiar a los presos políticos y permitir su salida del país.
Hasta ahora, los resultados de estas gestiones no han sido aparentes. A pesar de las solicitudes de la Iglesia y la presión internacional, el Gobierno cubano ha dado respuestas limitadas y ha expresado su intención de abordar las inquietudes de ambas partes. La reunión entre Díaz-Canel y el papa Francisco brinda una oportunidad para abordar nuevamente el tema de los presos políticos y la necesidad de clemencia por parte del Gobierno cubano. Es de esperar que este sea uno de los temas tratados durante la audiencia en Roma.
La visita de Díaz-Canel al Vaticano y su posterior viaje a Francia, donde participará en una cumbre mundial para establecer un «Nuevo Pacto Financiero Internacional», demuestra los esfuerzos del presidente cubano por fortalecer los lazos internacionales y buscar apoyo en medio de los desafíos económicos y políticos que enfrenta su gobierno. El encuentro con el papa Francisco le brinda una plataforma para mostrar una imagen de apertura y diálogo, a pesar de las críticas y preocupaciones sobre la represión en Cuba.
Si bien la reunión con el papa Francisco es un acontecimiento significativo, se espera que sea de corta duración y sin protocolo, lo que indica que Díaz-Canel no será recibido con los honores habituales de un jefe de Estado. Además, es poco probable que la Santa Sede proporcione muchos detalles sobre la audiencia, ya que se trata de un encuentro privado.