La misteriosa base militar en Bejucal, cerca de La Habana, ha sido objeto de un escrutinio más detallado después de que el Wall Street Journal revelara acuerdos entre China y el régimen cubano para llevar a cabo actividades de espionaje en los Estados Unidos. Esta semana, los reporteros de Reuters se dirigieron al lugar para investigar más a fondo las sospechas y conocimientos que se tenían desde 2018 sobre estas actividades.
Los periodistas de Reuters se encontraron con un cartel en una cerca de alambre de púas que decía «MANTENGASE ALEJADO, ZONA MILITAR», cerrando el acceso a un camino sinuoso rodeado de maleza en las afueras de Bejucal. Mientras se adentraban, fueron fotografiados por hombres no identificados vestidos de civil y montados en motocicletas.
En la cima de una colina, parcialmente ocultas por una ladera de palmeras reales, los reporteros avistaron grandes antenas parabólicas. Entre ellas, distinguieron una cúpula de metal blanco oxidado, similar a las estructuras que suelen albergar antenas, que sobresalía entre la vegetación.
Según un informe de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China de 2018, citado por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en 2022, este enclave en Bejucal ha sido señalado como una base de inteligencia para la interceptación de comunicaciones electrónicas. De acuerdo con el documento de la FCC, el Partido Comunista de China mantiene presencia en estas instalaciones, aparentemente para llevar a cabo operaciones de recolección de inteligencia de señales.
Al preguntar a los habitantes de la zona, un agricultor comentó: «Sé que eso tiene algo que ver con el ejército, pero soy una persona de campo y me ocupo de mis propios asuntos». Estas declaraciones reflejan la actitud general de los residentes locales, que están más enfocados en sus actividades cotidianas y tienen poco conocimiento sobre las operaciones en curso en la base de Bejucal.
Bejucal adquirió notoriedad en 1962 durante la Crisis de los Misiles, cuando aviones espía estadounidenses descubrieron que se utilizaba como un escondite para ojivas nucleares soviéticas. Ahora, décadas después, esta área se encuentra nuevamente bajo los reflectores debido a las actividades de espionaje chino.
El sábado pasado, la administración de Joe Biden confirmó la existencia de una base de espionaje electrónico china en Cuba y señaló que habían tenido conocimiento de esta situación desde 2019. Un alto funcionario gubernamental declaró que «este es un problema que esta administración heredó» y que la base china ya estaba en funcionamiento antes de que ellos asumieran el cargo.
El descubrimiento de esta base de espionaje ha suscitado preocupación en los Estados Unidos, ya que plantea serias interrogantes sobre la seguridad nacional y la privacidad de las comunicaciones electrónicas. A medida que se desarrolla esta historia, es probable que surjan más detalles sobre las actividades de espionaje en la base de Bejucal y su impacto en las relaciones entre China, Cuba y los Estados Unidos.