Es necesario recordar y reseñar un espectáculo que marcó un descomunal éxito en el año 1962. Se trata de “La Caperucita se Divierte”, un show concebido bajo la dirección de Joaquín Riviera que logró hacer reír a los cubanos como pocas veces en su vida. Con Juana Bacallao en el papel travieso de “Caperucita Roja” y Dandy Crawford como “El Lobo Feroz”, este espectáculo merece un lugar destacado en la memoria colectiva.
Desde su estreno, “La Caperucita se Divierte” se convirtió en un suceso total. Noche tras noche, el afamado cabaret del hotel Capri en la ciudad de La Habana se llenaba por completo para presenciar este show inolvidable. Obtener una reservación para disfrutar de esta experiencia era todo un desafío debido a su gran demanda.
En este espectáculo también participaron otras grandes estrellas, como el cuarteto de “Meme Solís” y la casi olvidada “Maggie Prior”. Aún en la actualidad, innumerables personas recuerdan la excelente y divertida actuación de Juana y Dandy. Sus escenas enloquecidas y delirantes, con improvisaciones ingeniosas, convertían el espectáculo en un ring de boxeo donde ambos artistas luchaban constantemente para divertir al público al máximo.
“La Caperucita se Divierte” fue algo genial en el mundo de los espectáculos nocturnos. Durante esos años, Juana Bacallao y Dandy Crawford, junto a artistas destacados como Martha Strada, Elena Burke, Miriam Acevedo, Las Capellas y el grupo Los Bucaneros, fueron seleccionados como los artistas de cabaret más destacados del país. Su talento y carisma los hicieron merecedores de este reconocimiento.
Es importante destacar la extensa labor artística de Dandy Crawford, quien interpretó al fabuloso Lobo Feroz. Este actor-cantante-bailarín fue uno de los últimos grandes showman de los escenarios cubanos. A pesar de una larga y persistente carrera, su recuerdo ha sido relegado al implacable olvido. A diferencia de otros artistas menos talentosos, Dandy no alcanzó la fama y la popularidad que merecía. Sin embargo, mantuvo su integridad artística y se mantuvo fiel a sus creencias.
Dandy Crawford disfrutó de pocas giras internacionales, ya que se mantuvo leal a su estilo y a la música que amaba. Su profesionalismo paradigmático y su dedicación a su arte lo convierten en uno de los primeros showman cubanos, siempre inspirado por los cantantes y bailarines afroamericanos. Aunque apenas grabó, su nombre es parte de las referencias fundacionales de hitos importantes en la música cubana.