Hace unas horas el Gobierno de Estados Unidos reveló la existencia de un centro de espionaje chino en la isla de Cuba desde 2019 o posiblemente antes. La Casa Blanca desclasificó información de sus servicios de inteligencia, destacando los esfuerzos de China por expandir sus servicios de inteligencia a nivel mundial. Estos esfuerzos incluyen la creación de centros de espionaje en diversas regiones, como América Latina, Medio Oriente, Asia y África.
De acuerdo con los informes de inteligencia, al llegar a la Casa Blanca en enero de 2021, el presidente Joe Biden recibió información sobre los intentos de China de ampliar sus actividades de espionaje. Se mencionaron «instalaciones de recolección de inteligencia» en Cuba, que podrían variar desde centros con numerosos espías hasta puestos de escucha equipados con antenas.
Se afirma que esta «instalación de recolección de inteligencia» en Cuba fue renovada en 2019, aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre su apariencia. Esto indica que el Gobierno de Estados Unidos tenía conocimiento de las actividades de espionaje de China en Cuba desde al menos 2019.
La desclasificación de esta información se produce después de que The Wall Street Journal publicara el jueves pasado un artículo sobre un presunto acuerdo entre China y Cuba para construir un gran centro de espionaje en la isla, una afirmación que el Gobierno cubano negó rotundamente. Inicialmente, la Casa Blanca calificó esta información como «inexacta», pero el sábado accedió a proporcionar más detalles a los medios de comunicación.
La publicación de este artículo generó críticas hacia el presidente Biden por parte de la oposición republicana, especialmente de los representantes en el Congreso de Florida, donde reside gran parte del exilio cubano. Un funcionario estadounidense que reveló la información de inteligencia subrayó que Biden «heredó» este problema de su predecesor, el republicano Donald Trump.
Según esta fuente, poco después de asumir el cargo, Biden instó a su equipo a resolver este problema y, después de meses de diplomacia discreta, se ha logrado frenar la presunta expansión de los servicios de inteligencia de China en todo el mundo, incluyendo Cuba.
Tras la publicación del artículo de The Wall Street Journal, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, calificó la información de «infundada», «calumnias» y «falacias» destinadas a justificar las sanciones de Estados Unidos contra Cuba y desestabilizar la isla. Por su parte, el Gobierno chino acusó a Estados Unidos de «difundir rumores y calumnias».