La escasez de alimentos en Cuba ha llevado a que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) vendan una caja de pollo a un precio exorbitante de 10,000 pesos cubanos (CUP), lo cual equivale a cuatro veces el salario mínimo del país.
En el boulevard de San Rafael, las Mipymes ofrecen una caja de pollo de 40 libras importada de España a un costo de 10,000 CUP, que se traduce en 80 dólares al nuevo tipo de cambio oficial. Hace unos meses, el valor del dólar aumentó de 25 a 123.60 CUP.
Los altos precios no se limitan al pollo, sino que también afectan a otros productos básicos. Según un video del medio independiente ADN Cuba, una botella de cerveza se vende por 220 pesos, una caja de jugo por 350 pesos, una Coca Cola por 600 CUP, un refresco Sprite por 550 CUP y un pan con lechón por 550 CUP.
En contraste, los establecimientos estatales ofrecen precios más bajos, pero la calidad de los productos es cuestionable. Según un reportero, un pan con minuta cuesta 100 CUP, un pan con lechón 90 CUP y un pan con salami 80 CUP. Sin embargo, estos lugares de dudosa reputación no son opciones viables, ya que la comida que ofrecen suele estar en mal estado.
La población cubana se enfrenta a diario a estos altos precios con salarios que apenas alcanzan los 2,100 pesos como mínimo. El gobierno cubano estableció el salario mínimo en diciembre de 2020 en 2,100 CUP. Las pensiones oscilan entre los 1,528 y 1,733 CUP, según una resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) publicada en la Gaceta Oficial.
Para poner en perspectiva la situación, un médico con dos especialidades gana mensualmente 5,810 CUP, lo que significa que necesitaría más de dos salarios completos para poder comprar una caja de pollo.
Los precios elevados abarcan todas las esferas en la isla. Recientemente, una cubana compartió en redes sociales una carta de un conocido restaurante en La Habana donde se revela que las cervezas y los refrescos importados tienen precios más bajos que los productos nacionales.
Este caos económico está afectando seriamente el poder adquisitivo y las condiciones de vida de los habitantes de la isla, lo que ha resultado en un aumento de los niveles de pobreza e indigencia.
