Cuando un extranjero llega a residir en Cuba, pronto se le advierte sobre un problema en particular: ¡evitar a toda costa un dolor de muela! Aunque aquellos con los suficientes recursos económicos pueden acceder a las clínicas estatales exclusivas para extranjeros, la realidad es que la escasez de medicamentos e insumos médicos en Cuba afecta incluso a estos centros de salud segregados. Los cubanos conocen de primera mano el drama que implica un dolor de muela en la isla, y el periodista opositor Reinaldo Escobar, editor jefe del diario digital 14ymedio.com, ha compartido su experiencia al respecto.
Escobar relata que cuando las personas acuden al consultorio dental en Cuba, los dentistas les informan que no cuentan con los materiales necesarios para hacer empastes en caso de ser necesario. La solución que ofrecen es realizar una técnica provisional llamada «curita» y eliminar la parte enferma de la muela con una máquina de taladrar. Sin embargo, esta solución no es permanente y tiene una duración limitada. En casos en los que la muela no tiene posibilidad de reparación, surge el problema adicional de la falta de anestesia para llevar a cabo una extracción. A veces, ni siquiera hay guantes para que el odontólogo pueda trabajar, y la falta de agua en las clínicas dentales también complica la situación.
La precariedad en la salud dental en Cuba es evidente. Las personas recurren a analgésicos para aliviar el dolor de muelas, pero las soluciones temporales no resuelven los problemas subyacentes. Muchos acuden a la extracción dental, lo que a su vez conduce a la necesidad de prótesis. Sin embargo, encontrar prótesis en Cuba es otro desafío significativo.
Ante esta situación, muchas personas dependen de sus familiares en el extranjero. Los parientes envían materiales como anestesia, guantes y otros insumos necesarios para que los dentistas cubanos puedan realizar los tratamientos requeridos. Sin embargo, incluso esta vía de auxilio externo plantea controversias.
El régimen comunista cubano continúa culpando al embargo económico impuesto por Estados Unidos en 1962 por la crisis socioeconómica interna que enfrenta el país. Según un informe divulgado en 2022, Cuba estima que los daños acumulados por las sanciones de Estados Unidos ascienden a más de 154 mil millones de dólares a precios corrientes. Además, se calcula que el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 1 billón de dólares, considerando el valor del oro en el mercado internacional.
En el campo de las medicinas, incluidos los materiales dentales, el gobierno cubano intentó adquirir prótesis de cadera, rodilla y dental a una empresa estadounidense en 2019. Sin embargo, la empresa respondió que, debido al bloqueo, no estaba autorizada para hacer negocios con Cuba.
La situación dental en Cuba refleja la precariedad generalizada en el sistema de salud del país. La falta de suministros y materiales adecuados afecta tanto a los cubanos como a los extranjeros. Aunque los ciudadanos extranjeros pueden acceder a clínicas exclusivas, esta segregación no soluciona el problema fundamental de la escasez. El dolor de muela se convierte en una experiencia desgarradora para aquellos que no tienen acceso a los recursos necesarios para obtener un tratamiento adecuado.
Los cubanos se ven obligados a buscar soluciones alternativas, dependiendo de la ayuda de sus familiares en el extranjero para obtener los suministros necesarios. Sin embargo, esta dependencia plantea nuevas dificultades y controversias.