El tema de los altos precios de los productos importados en comparación con los productos nacionales en Cuba ha generado una gran reacción entre cientos de cubanos. A finales de mayo, la periodista Rouslyn Navia Jordán compartió su incredulidad ante la situación, destacando que resulta más fácil y económico disfrutar de una bebida importada en La Habana que una de producción nacional.
En su publicación, Navia Jordán expone un fragmento de la carta de bebidas de un restaurante conocido en La Habana, señalando la notable diferencia de precios entre las aguas, cervezas y refrescos nacionales y los importados. Aunque no menciona el nombre del restaurante, su interés no es criticar la instalación, sino resaltar esta disparidad de precios que le llamó mucho la atención.
Aunque la periodista reconoce que no es experta en economía, deja claro que algo debe estar muy mal en el país cuando resulta más económico comprar y disfrutar una cerveza en moneda extranjera, incluso considerando el costo de su importación, que consumir una producida localmente.
Esta discrepancia de precios no se limita solo a las bebidas, según Navia Jordán. En su opinión, no tiene sentido que los productos locales sean más caros que los importados. Además, menciona el caso de las latas de Conchita, que en una tienda llegaron a costar el triple de lo que cuesta una lata similar de la marca Vima, importada y con un peso similar. Esta situación refuerza su argumento sobre la distorsión económica que se está viviendo.
La periodista solicita la colaboración de personas más entendidas en economía para ayudar a entender este problema, pues considera que es una deformación de la economía que necesita ser analizada y comprendida.
La respuesta a su pregunta no llega en forma de análisis teóricos, sino a través de la experiencia de una cubana que trabaja en un restaurante y se considera conocedora del tema económico.
Esta trabajadora explica desde su humilde experiencia que los productos importados son adquiridos en Panamá a precios relativamente bajos, especialmente cuando se compran en grandes cantidades o por contenedores, lo que permite obtener grandes descuentos. A esto se suma el hecho de que algunos productos importados también pueden estar en oferta. Sin embargo, los productos nacionales solo se encuentran en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) a precios que no se comparan con los de Panamá. Además, no se ofrecen descuentos por compras en grandes cantidades ni hay ofertas disponibles en moneda nacional (MN).
La trabajadora destaca que incluso adquiriendo los productos nacionales a un costo más alto en Cuba, sin incluir los gastos de transporte, sigue siendo más económico obtener los productos importados. A pesar de esto, los restaurantes locales se arriesgan a comprar productos nacionales debido a la demanda y las preferencias de los clientes, pero incluso así, no resulta rentable. Esta trabajadora enfatiza que su restaurante no es uno de los más económicos, por lo que la situación es aún más complicada para aquellos establecimientos que ofrecen precios más bajos.
El testimonio de esta trabajadora refleja la triste realidad de cómo la economía en Cuba está afectando a los negocios y a la población en general. Los altos precios de los
