El pan es uno de los alimentos primordiales en la dieta de los cubanos, pero en los últimos años ha sufrido una amplia escasez y un profundo declive en su calidad, lo que ha llevado a la población a denunciar la situación en numerosas ocasiones. Ante este panorama, la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA) ha anunciado que se comenzará a producir pan con un 40% de sémola de trigo duro para mejorar su calidad.
La sémola de trigo duro es una harina gruesa poco molida que se obtiene moliendo el endospermo del trigo, y que presenta una textura granulosa y un color amarillo natural. Según explica la EPIA, esta harina es baja en contenido de sodio y rica en vitaminas B3, B4 y B9, lo que la convierte en una opción saludable para la elaboración de pan. Además, mejora la cocción y el aspecto del producto terminado.
De acuerdo con la entidad estatal, la fórmula del nuevo pan está compuesta por un 40% de sémola de trigo duro y un 60% de harina tradicional refinada de trigo. Aunque no se ha especificado cuándo comenzará a comercializarse este producto, la noticia ha generado diferentes reacciones en redes sociales.
Mientras algunos usuarios aplauden esta iniciativa y esperan que el nuevo pan tenga una mejor calidad, otros han expresado su preocupación por la procedencia de los ingredientes utilizados para su elaboración. «Lo que hace falta es la calidad», reclama un usuario en Twitter, mientras que otro asegura que «con eso el pan será más malo de lo que ya está». Sin embargo, la EPIA ha destacado los beneficios de la sémola de trigo duro y ha subrayado que esta harina es ideal para la elaboración de pastas alimenticias.
Esta iniciativa se presenta como una alternativa para mejorar la situación del pan en La Habana y ofrecer a la población un producto de mayor calidad nutricional. A pesar de que algunos internautas denuncian la escasez de pan y la dificultad para acceder a él, la llegada de la sémola de trigo duro puede ser un primer paso hacia una oferta más variada y saludable de este alimento básico en la dieta cubana.
Como señalamos anteriormente, el pan tradicional en Cuba se produce con harina refinada de trigo al 100%, sin embargo, la incorporación de la sémola de trigo duro puede ofrecer un valor añadido a este alimento. Al ser rica en vitaminas y baja en sodio, la sémola de trigo duro puede contribuir a una alimentación más saludable. Además, su granulometría permite una mejor absorción de agua durante la cocción, lo que se traduce en una textura más suave y esponjosa en el pan final.
A medida que la producción de este nuevo pan comience a expandirse, será interesante ver cómo la población lo recibe y qué impacto tiene en la industria alimentaria en general. Sin embargo, lo que queda claro es que la llegada de la sémola de trigo duro puede ser una oportunidad para mejorar la calidad del pan en La Habana y ofrecer a la población un producto más saludable y nutritivo.