Los supermercados “privados” en Cuba podrían estar enfrentando cambios en su funcionamiento, según los comentarios del viceprimer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, durante una sesión legislativa en la Asamblea Nacional de Poder Popular. Estos supermercados, que operan como tiendas privadas y compiten con los comercios en dólares del Gobierno, ofrecen productos bien abastecidos pero a precios que la mayoría de los cubanos no pueden pagar.
El ministro reconoció que, a pesar de que el Gobierno había promovido el desarrollo de pequeñas y medianas empresas privadas (MIPYMES) para impulsar la producción local, esto no se ha logrado hasta el momento. Según sus comentarios citados por Cubadebate, se ha observado una tendencia en el sector privado a la compra y venta de bienes finales en lugar de utilizar materias primas para la producción local.
El informe señala que los empresarios privados han generado una diferencia abismal entre sus exportaciones (4.788.500 dólares) e importaciones (270.294.100 dólares). Además, el 61.6% de estas importaciones fueron realizadas por MIPYMES en los primeros cuatro meses de 2023, con un valor de 166.600 dólares.
El ministro también mencionó un incremento constante en las importaciones por parte del sector privado en los últimos años, alcanzando más de 80 millones de dólares en los últimos dos meses. Si esta tendencia continúa, se espera superar los 1.000 millones de dólares en importaciones durante el año.
Gil Fernández expresó su preocupación por la importación de bienes listos para la venta, los cuales se comercializan a precios elevados en el mercado cubano. Mencionó que, aunque está permitido que las nuevas formas de gestión importen para su producción, se ha observado una tendencia reciente a importar directamente para la comercialización.
El ministro reconoció que la inflación acumulada en Cuba se debe a varias causas, incluyendo la compra de materias primas a precios altos. También señaló que la especulación contribuye al aumento de precios, donde algunos productos se revenden tres o cuatro veces por encima de su costo. Subrayó la necesidad de abordar este problema y aseguró que las ganancias lucrativas excesivas no deben existir.
Sin embargo, es importante destacar que el ministro no mencionó que el propio Gobierno también vende productos a precios muy superiores a su costo de importación. Esta discrepancia entre las acciones del Gobierno y las restricciones impuestas al sector privado genera interrogantes sobre la equidad en el mercado.
En cuanto a las empresas estatales, Gil Fernández informó que el 84% de ellas generaron utilidades en los primeros cuatro meses de 2023. No obstante, esto no implica que operen al máximo de su capacidad ni que sean eficientes en la provisión de bienes y servicios para la economía. También mencionó que existen 285 empresas estatales con pérdidas, lo cual representa una reducción de 126 empresas en comparación con abril de 2022. Algunas de estas empresas tienen precios topados para evitar contribuir a la inflación.
El ministro destacó que se está avanzando en la redacción de una Ley de Empresa, de la cual se dará información en el futuro. Además, se han aprobado miles de nuevas empresas del sector no estatal, principalmente MIPYMES, junto con algunas empresas estatales y cooperativas no agropecuarias.
En cuanto a la inflación en Cuba, se observó un incremento del 11.39% en los primeros cuatro meses de 2023, y se registró un aumento del 45.4% en la comparación interanual entre abril de 2023 y abril de 2022. Estos datos reflejan la preocupante inflación que afecta a los cubanos, especialmente a los ancianos y jubilados, a pesar de las medidas económicas implementadas durante la pandemia para proteger a estos sectores vulnerables.
Ante las sugerencias de incrementar los salarios para aliviar el impacto de la crisis, Gil Fernández explicó que inyectar más dinero sin un aumento en la oferta de productos solo resultaría en un aumento continuo de los precios. Reconoció que las pensiones actuales no son suficientes para quienes han dedicado su vida a la Revolución, pero argumentó que aumentar los subsidios generaría más déficit presupuestario y, a largo plazo, más inflación. En cambio, destacó la importancia de impulsar la producción, mejorar la eficiencia y reducir la reventa y los diagnósticos sin soluciones concretas.