En medio de la situación económica desafiante que enfrenta Cuba, los ciudadanos continúan lidiando con los altos precios que parecen no tener una solución a corto plazo en el país. Yordanka Battle Moré, desde La Habana, expresó su preocupación al compartir una foto donde se muestra el precio de un rollo de papel sanitario: 600 pesos.
«Limpiarse el ano es un lujo», afirmó Yordanka, haciendo hincapié en la difícil situación que atraviesan los cubanos. Además, destacó la realidad de muchas personas, como su abuela, una viuda pensionada con ingresos limitados de 1528 pesos, que no pueden permitirse ese tipo de gastos.
La publicación generó numerosos comentarios de otros cubanos que lamentaron el elevado precio del producto. Algunos sugirieron alternativas para enfrentar esta situación. Por ejemplo, cambiar los 600 pesos en billetes de un peso y utilizarlos como papel higiénico, lo cual podría resultar más económico y rendir más que un rollo convencional.
Algunos comentaristas compartieron sus propias experiencias y soluciones ante la escasez de papel sanitario. Mencionaron el uso de papel de periódico, libretas viejas e incluso guías telefónicas, demostrando la creatividad y la adaptabilidad de los cubanos en situaciones difíciles. Algunos optaron por utilizar jabón y agua como alternativa, considerándolo más higiénico y práctico.
Sin embargo, también hubo voces críticas hacia el gobierno cubano y su gestión de la situación económica. Un cubano residente en Estados Unidos mencionó que en su país, ningún jubilado que gane 3000 dólares pagaría 600 dólares por un rollo de papel sanitario. Hizo hincapié en que los gobiernos que respetan a su pueblo intervendrían de inmediato para evitar la especulación y proteger a los ciudadanos más vulnerables.
Algunos comentarios reflejaron la frustración y la desconfianza hacia el gobierno cubano y su inacción ante los problemas económicos. Se señaló que los verdaderos especuladores son tanto el gobierno como aquellos cubanos que colaboran con su política, oprimiendo a los cubanos más pobres. Se hizo hincapié en que los dirigentes cubanos parecen beneficiarse de la división entre los ciudadanos y no tomarán medidas hasta que el pueblo mismo decida alzar la voz.