El reconocido economista estadounidense Steve Hanke ha calificado a Cuba como el noveno país más miserable del mundo, como resultado de las desastrosas políticas económicas implementadas por el gobierno comunista de La Habana.
Según el índice anual de miseria de Hanke para el 2022, Cuba se encuentra por debajo de países como Ucrania, Yemen, Argentina, Sudán, Líbano, Siria, Venezuela y Zimbabue.
Para Hanke, el principal problema de Cuba radica en la inflación, que alcanza un preocupante índice del 96.8 %, según sus cálculos.
«No es sorprendente que la utopía comunista sea el noveno país más miserable del mundo», afirmó en su cuenta de Twitter.
Además, el experto mencionó en otro tuit que desde enero de 2022, el peso cubano ha perdido un 63% de su valor frente al dólar estadounidense, alcanzando una tasa de cambio de 195 CUP, y ocupando esta semana el cuarto lugar en la «Hanke’s Currency Watchlist».
El economista advierte que el régimen comunista ha devaluado el valor del peso cubano, lo cual agrava aún más la crítica situación económica de la nación.
Estos datos alarmantes resaltan la grave crisis económica que atraviesa Cuba, con una evidente depreciación del peso frente al dólar y un impacto directo en el poder adquisitivo de los ciudadanos y su calidad de vida.
La inflación descontrolada y las políticas económicas ineficientes han llevado a la población a enfrentar dificultades extremas para satisfacer sus necesidades básicas.
Diversos informes, incluido el de Hanke, evidencian la pobreza generalizada que prevalece en Cuba, resultado de políticas macroeconómicas que solo exacerban el problema.
Según DatoWorld, Cuba ha sido catalogada como el país más pobre de América Latina, con un índice del 72 %, superando incluso a Venezuela, Honduras y México.
Las críticas al régimen de La Habana, y especialmente a su presidente Miguel Díaz-Canel, continúan en las redes sociales, sobre todo cuando utiliza frases que prometen abundancia para todos.
La situación económica de Cuba es cada vez más preocupante, y los indicadores muestran una realidad desafiante para la población. La falta de estabilidad económica y las políticas fallidas han llevado a un deterioro significativo en la calidad de vida de los cubanos.