Más de un año después de la explosión del Hotel Saratoga en La Habana, medios independientes informan que comenzaron las labores de demolición de las viviendas afectadas por la tragedia.
En particular, las acciones iniciaron en las viviendas ubicadas en Prado 609, cercanas al hotel. El siniestro en mayo de 2022 dejó 47 víctimas mortales, incluyendo menores de edad, además de afectaciones en otros edificios de la zona. Las labores de demolición fueron difundidas por el portal Cubanet y confirmadas por el diario independiente 14yMedio.
Los residentes de los edificios dañados fueron traslados a otras instalaciones de la ciudad, algunos de ellos en la Villa Panamericana. Mientras tanto, los activistas cubanos siguen exigiendo una investigación transparente y respuestas a las familias de las víctimas. Entre los fallecidos se contaron cuatro menores de edad y una embarazada, además de afectar otros edificios, como el Capitolio, el Teatro Martí, la sede de la Asociación Yoruba y la Iglesia Bautista.
Aunque las autoridades cubanas argumentaron que la explosión se produjo mientras un camión suministraba gas licuado, aún no se han revelado detalles de las investigaciones oficiales sobre las causas del hecho. El hotel Saratoga funcionaba desde los años 30 y tras una remodelación en 2005, reabrió como un hotel de lujo y cinco estrellas. La instalación contaba con 96 habitaciones, dos restaurantes, tres bares, piletas y un centro de negocios.
En septiembre de 2022, una de las residentes afectadas por la tragedia volvió a su hogar para ver el estado en que quedó, compartiendo imágenes de antes y después del siniestro. Los esfuerzos y sacrificios que hicieron para construir sus hogares se habían desvanecido en ruinas y destrucción. «Todo se ha perdido, no queda nada de lo que construimos», expresó.
En enero pasado, el gobierno cubano entregó ocho viviendas a familias de los edificios de Zulueta 508 y 512, también destruidos por la explosión. Sin embargo, la falta de transparencia en las investigaciones oficiales hace que los residentes afectados y activistas cubanos sigan exigiendo respuestas y justicia para las víctimas.
La demolición de las viviendas afectadas por la explosión del Hotel Saratoga es un paso más en la reconstrucción de la zona. No obstante, queda pendiente la transparencia en las investigaciones oficiales sobre las causas del siniestro y la exigencia de responsabilidades. Es necesario que se escuche las voces de los afectados y se les brinde el apoyo necesario para recuperar sus hogares.