El accidente aéreo ocurrido en La Habana el 18 de mayo de 2018 sigue siendo uno de los eventos más trágicos e impactantes de la historia cubana. Con 113 personas fallecidas en ese fatídico día, este evento dejó a muchas familias destrozadas y sumidas en el dolor. Para una de las sobrevivientes de este incidente, Mailén Díaz Almaguer, el recuerdo sigue fresco incluso cinco años después.
Mailén perdió a su esposo en el accidente, con quien llevaba solo dos meses de casada, y desde entonces ha estado luchando no solo con el dolor de su pérdida, sino también con las consecuencias físicas y emocionales de su propia supervivencia. A través de su blog en Facebook, ha compartido sus pensamientos sobre el dolor y la injusticia que todavía siente, así como su lucha constante por encontrar una solución para su tratamiento y obtener justicia para los afectados.
En su último mensaje de recordación a las víctimas del siniestro, Mailén aseguró que después de cuatro años, ese 18 de mayo seguía doliendo como si fuera el primero. «EPD todas los fallecidos, mi corazón hoy está con todos sus familiares y amigos, un abrazo enorme», escribió en su muro de Facebook.
En otra publicación, compartió una foto de su pareja, Jean Michel López Salinas, quien también perdió la vida en el accidente. «EPD mi amor y todos los que perdieron la vida aquel día tan triste, injusticias de la vida. Gracias a Dios por mi vida», dijo.
A pesar del dolor que carga consigo, Mailén sigue luchando por justicia para todos aquellos que perdieron la vida en aquel desastre. En octubre pasado, presentó una querella contra la compañía mexicana Global Air y su director general por «deficiencias de seguridad» en el tribunal Audiencia Nacional. Los demandantes piden al tribunal español que investigue a Global Air, y a su director general, quien tiene nacionalidad española, por homicidio (tantos como fallecidos) y lesiones imprudentes.
Además de su lucha por justicia, Mailén también ha compartido detalles sobre las dificultades que ha enfrentado en su propio tratamiento médico. Como resultado de la lesión medular que sufrió en el accidente, no puede orinar por sí misma y necesita usar una sonda intermitente varias veces al día. Sin embargo, ha tenido problemas para conseguir el lubricante y los guantes necesarios para realizar este procedimiento. También ha tenido dificultades para obtener el medicamento Nitrofurantoína, un antiséptico urinario que toma para evitar infecciones.
A pesar de todo esto, Mailén sigue dando gracias por su vida y por las oportunidades que ha tenido desde el accidente. En particular, ha mencionado la importancia que ha tenido Jesucristo en su vida en los últimos años.
«Lo mejor que me ha pasado en estos cinco años es conocer a Jesucristo y llegar a tener una relación con él», dijo. «Él me rescató ese día con un gran propósito que solo él sabe cuando lo terminará de cumplir».