Rosie Ruiz, la cubana que aún se recuera por realizar una de las trampas más sonadas en la historia del deporte moderno

Redacción

En el mundo de los deportes, se celebra la perseverancia, la dedicación y el espíritu de lucha. Pero a veces, los atletas cruzan la línea del fair play y recurren al engaño para obtener la victoria. Ese fue el caso de Rosie Ruiz, una corredora cubana que dejó perplejos a los espectadores al ganar el Maratón de Boston en 1980 con una marca impresionante. Sin embargo, pronto se descubrió que Ruiz había hecho trampa y su triunfo fue descalificado. En esta entrada de blog, analizaremos su historia y lo que llevó a Ruiz a cometer un fraude tan descarado.

El 21 de abril de 1980, Rosie Ruiz se convirtió en la ganadora del Maratón de Boston en la categoría femenina, con un tiempo de 2:31:56, la marca más rápida en la historia de la competición en la ciudad estadounidense. Ruiz, de 27 años y sin antecedentes deportivos conocidos, sorprendió a todos al llegar a la meta antes que las demás corredoras, dejando en el camino a algunas de las atletas más destacadas de la época.

Sin embargo, los demás corredores y espectadores pronto comenzaron a sospechar de Ruiz, ya que no parecía estar agotada ni sudorosa después de haber recorrido los 42 kilómetros del maratón. Los otros atletas tampoco recordaban haber corrido junto a ella durante la carrera, lo que parecía extraño. Bill Rodgers, el ganador de la prueba en la categoría masculina, fue uno de los primeros en sospechar de Ruiz. Al verla llegar a la rueda de prensa después de la carrera, sin sudor y respirando normalmente, mientras él aún estaba exhausto, se dio cuenta de que algo no estaba bien.

Después de que se recopilaran pruebas y testimonios, se descubrió que Ruiz había hecho trampa y no había completado la carrera en su totalidad. En lugar de eso, había saltado a la carrera cerca de la línea de meta, después de haberse perdido una gran parte del recorrido. Había hecho lo mismo en el maratón de Nueva York seis meses antes, donde había obtenido la marca que le permitió calificar para el Maratón de Boston.

A pesar de que Ruiz negó haber hecho trampa, los organizadores del maratón de Boston le retiraron el título de ganadora y descalificaron su participación. Los honores pasaron a Jacqueline Gareau, quien originalmente había llegado segunda con un tiempo de 2:34:28. El fraude de Ruiz no solo le costó la descalificación, sino que también le quitó la oportunidad a una verdadera atleta de haber obtenido el título que merecía.

Después de su carrera de corta duración como corredora de maratón, Ruiz desapareció del mundo público. Se casó dos veces y tuvo una hija, pero se sabe muy poco acerca de su vida después de los eventos de 1980. Sin embargo, en 2019 se informó que Ruiz había fallecido a la edad de 66 años debido a complicaciones relacionadas con el cáncer.

El fraude de Ruiz en el maratón de Boston en 1980 sigue siendo uno de los casos más notorios de engaño en el mundo del deporte. A menudo se cita como una advertencia contra la trampa en las competiciones deportivas, y su nombre es conocido por muchos aunque no sigan el atletismo. Pero también hay algo trágico en la historia de Rosie Ruiz, en la forma en que buscó la gloria a cualquier costo y lo perdió todo tan rápidamente.