La historia desconocida detrás de la única foto de un güije que ha sido tomada en Cuba

Redacción

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La historia del güije de las Cuevas de Bellamar es una de esas leyendas urbanas que se expanden como la pólvora en las redes sociales y que generan todo tipo de reacciones. La imagen de un supuesto ser mítico cubano captada por una cámara se convirtió en viral hace algunos años, desatando una ola de rumores y especulaciones.

La foto, tomada en las Cuevas de Bellamar, un sistema de cavernas en Matanzas, Cuba, rápidamente se difundió por las redes sociales. La imagen supuestamente mostraba por primera vez en la historia la figura de un güije, un ser mítico de la cultura popular cubana.

El rumor se extendió rápidamente de boca en boca y la foto llegó a ser compartida en casi toda Cuba. Incluso, varios medios de prensa internacionales se interesaron por conocer la veracidad del hecho antes de publicarlo en sus portadas. La bola no paraba de crecer y junto a la foto también se esparció el rumor de que el Gobierno había cerrado por tiempo indefinido las Cuevas de Bellamar «para evitar males mayores» y encontrar al supuesto ser mítico.

La imagen del güije se convirtió en un fenómeno viral que llegó a afectar el turismo en la zona. Los turistas dejaron de ir, e incluso algunos cubanos lo borraron del mapa de sus excursiones de domingo, y todo por la propia fuerza de aquella foto y la información de que el sitio permanecería cerrado.

Sin embargo, las autoridades cubanas tuvieron que intervenir y desmentir la existencia del güije en las Cuevas de Bellamar. En un comunicado oficial, se aclaró que en ese emblemático sitio solo habitaban microscópicos insectos y algún que otro pez en sus frías aguas subterráneas. Además, se reveló que la foto que había desatado tanta polémica era un fotomontaje.

Según un reporte publicado en el diario oficialista Granma, luego de analizar la fotografía con programas especializados para escanear una imagen, se determinó que estaba alterada en un 78 por ciento. El rumor se desvaneció como un suspiro y las Cuevas de Bellamar recuperaron su tranquilidad y su atractivo turístico.

Es curioso cómo una simple imagen puede generar tanto revuelo y desatar una ola de rumores y especulaciones. En un mundo cada vez más conectado a través de las redes sociales, la información se mueve a una velocidad vertiginosa y las noticias falsas se propagan con facilidad.

Esta historia del güije de las Cuevas de Bellamar es un buen ejemplo de cómo una leyenda urbana puede tener un impacto real en la sociedad. La imagen de un ser mítico desconocido por muchos generó tanto interés que llegó a afectar el turismo en la zona.