«Hace unos días, Eduardo Hernández Pelegrino, un padre preocupado, pidió ayuda en redes sociales para encontrar a su hija Debora, quien llevaba varios días desaparecida en La Habana. Afortunadamente, el viernes pasado Luis Ernesto González informó en Facebook que Debora había aparecido, sin dar más detalles al respecto», así comienza esta historia, llena de incertidumbre y angustia para quienes conocían a la joven.
El hecho se desarrolló en medio de una ola de casos similares que han causado inquietud en la ciudadanía habanera. Sin embargo, gracias a la solidaridad y colaboración en redes sociales, estos casos han tenido un final feliz. En este sentido, cabe destacar que «solo en esta semana se han reportado tres casos de desaparecidos en La Habana, que luego de la publicación en las redes sociales por parte de los familiares han sido encontrados».
Uno de ellos fue el de Abran, un adolescente de 13 años que llevaba dos días perdido. Gracias a la difusión del caso en redes sociales, un buen samaritano pudo verlo cerca de Zanja y alertó a la Policía, quienes lo encontraron y avisaron a su madre. «Gracias a todos por su tiempo y esfuerzo. El niño ya está con su madre», comunicó un cubano identificado como Líder de la Comunidad Fake.
Otro caso fue el de un menor de 13 años cuya tía informó en Facebook que había aparecido tras la difusión del caso en redes sociales. Sin embargo, no dio más detalles al respecto.
En general, estos casos demuestran que las redes sociales pueden ser una herramienta muy útil para encontrar personas desaparecidas. En situaciones de emergencia, cada minuto cuenta y la colaboración de los ciudadanos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Por otro lado, también es importante mencionar que estas situaciones pueden generar críticas y señalamientos hacia los padres o familiares de los desaparecidos. Es importante recordar que nadie está exento de pasar por una situación similar y que la prioridad debe ser siempre la búsqueda y localización de la persona desaparecida.
