Las autoridades del municipio Banes, en Holguín, han dado mucho que hablar en los últimos días luego de convertir un tractor en carro fúnebre ante la falta de vehículos para ofrecer ese servicio en el territorio.
En una imagen publicada por Leandro Pupo Garcés en Facebook, se puede ver el nuevo invento local: un tractor que remolca la parte trasera de una camioneta tipo Van en la que se deposita el féretro. Si bien esta modificación intenta resolver una problemática, muchos usuarios de la red social consideran que también constituye «una falta de respeto».
La situación se extiende a toda la isla e indigna especialmente a los familiares de los muertos. Según algunos habitantes de Holguín, la provincia cuenta solo con 10 carros fúnebres, de los cuales al menos tres están rotos. Incluso en algunos poblados se han llegado a usar hasta la carreta de la basura para hacer entierros. Este hecho es una clara muestra de la falta de recursos y la crítica situación económica por la que atraviesa Cuba.
A su vez, el problema de la falta de carros fúnebres ha llevado a soluciones poco convencionales por parte de las autoridades locales. Sin embargo, estas soluciones creativas no siempre son bien vistas por la población, que busca una forma digna de despedir a sus seres queridos. Como lo comentó una internauta en Facebook: «Dondequiera que se meta le tiran fotos», haciendo referencia al carro fúnebre hecho con un tractor y una camioneta tipo Van.
La escasez de carros fúnebres también ha llevado a situaciones desgarradoras para las familias de los fallecidos. En un video trascendido recientemente, se puede ver a los dolientes empujando el carro fúnebre enviado por la funeraria en Jagüey Grande, Matanzas. La hija del difunto lloraba desconsolada diciendo:
«Ay, papi, tú no te mereces esto». Situaciones similares han estremecido a los cubanos en los últimos años, como el caso de la mujer fallecida en Güines que debió ser trasladada en una camilla de hospital por la carretera hasta la funeraria porque no había carro fúnebre disponible.
