En La Habana, Cuba, existe una singular casa de seis pisos que ha sido bautizada como «El Cake» por los locales debido a su forma peculiar. La vivienda pertenece a un cubano llamado Roberto Gato y se encuentra en la calle 130 entre 37 y 39 en Marianao. La construcción se asemeja a las muñecas rusas, ya que los pisos se van reduciendo hacia la cima. En la parte superior, se ubica el área de lavado.
A pesar de la curiosidad que despierta esta construcción entre los habitantes de la zona, no se puede ignorar que hay preocupaciones sobre la seguridad del edificio y si se respetaron las regulaciones arquitectónicas y de urbanismo de la ciudad al construirlo. Los internautas han expresado sus preocupaciones en Facebook, especialmente sobre la falta de cálculo estructural, la distribución simétrica, la calidad de los materiales de construcción y la evaluación de los cimientos.
La improvisación en la construcción de edificios es común en Cuba debido a la necesidad de viviendas y la escasez de materiales. El año pasado, hubo otro caso similar que causó asombro entre los cubanos: una construcción de cuatro pisos en La Habana que aparentemente no contó con la supervisión de ningún especialista. El arquitecto Yoan Martínez compartió imágenes de esta edificación en el reparto Cojímar en Twitter y afirmó que después de verla, «boté el título».
La improvisación en la construcción de edificios puede ser peligrosa, especialmente cuando no se respetan las regulaciones y normas de construcción. Los edificios deben ser seguros y habitables para las personas que los habitan, y esto solo se puede lograr a través de la planificación adecuada y la supervisión de profesionales capacitados en el área de la construcción.
Es importante tener en cuenta que las construcciones improvisadas no solo son peligrosas para las personas que viven en ellas, sino también para los transeúntes y la comunidad en general. En caso de un desastre natural, estos edificios pueden colapsar y poner en riesgo la vida de muchas personas. Por lo tanto, es fundamental que las autoridades correspondientes supervisen la construcción de edificios y aseguren que se cumplan las regulaciones y normas de construcción.
Sin embargo, también es cierto que la creatividad y la necesidad a menudo impulsan la innovación en el diseño y la construcción de edificios. En países como Cuba, donde la escasez de recursos y materiales es una realidad, las personas han aprendido a utilizar lo que tienen disponible para construir sus hogares. Esta creatividad ha llevado a construcciones únicas y fascinantes, como «El Cake» y la construcción de bloques de distintos tamaños en el reparto Cojímar.