En un reciente suceso en La Habana, tres cubanos fueron detenidos por la policía mientras robaban pollo del camión encargado de la distribución de alimentos para la canasta básica de la capital. Un teniente de la Policía Nacional Revolucionaria, que había sido noticia semanas atrás por rechazar un intento de soborno de 200 mil pesos, relató que observó el camión estatal y su chófer actuando de manera sospechosa en la puerta trasera del furgón de carga. Ante esta conducta, el agente indicó al conductor del carro patrullero continuar la marcha y regresar con discreción para inspeccionar el lugar. Sorprendieron a los tres hombres cometiendo la sustracción y se identificó que el vehículo era destinado para la canasta básica de la población. El chófer y dos ayudantes se encontraban extrayendo postas de pollos del interior de las cajas para su beneficio personal.
El teniente relata que al detener a los ladrones, uno de ellos intentó sobornarlo para que lo dejaran ir. “Tuve prácticamente que mandarlo a callar, debido a que me estaba diciendo que por qué no nos podíamos de acuerdo y ahí sí el mal iba a ser mayor. Entonces los trasladé para la estación y formulé la denuncia como corresponde en estos casos”, afirmó. Sin embargo, el artículo no detalla cuándo sucedieron tales hechos.
Es común que la prensa gubernamental intente levantar la imagen menoscabada de la policía cubana con relatos similares, donde los agentes actúan de manera íntegra ante los delitos en beneficio de la población. No obstante, se conoce de su labor represiva en las manifestaciones contra el régimen castrista y contra artistas, activistas y periodistas independientes.
La televisión de Ciego de Ávila publicó recientemente el testimonio de un policía cubano quien afirmó haber rechazado un intento de soborno de cuatro millones de pesos después de detener un auto con viajeros que portaban equipajes cargados de dinero en dicho territorio. El agente supuestamente detuvo un auto turístico que le resultó sospechoso y, al revisar el maletero, encontró varios bolsos y maletas llenos de dinero. Mientras los detenidos eran llevados hacia la estación de la policía local, le ofrecieron desde uno hasta cuatro millones de pesos para que hiciera la vista gorda junto con su compañero de trabajo.
Aunque el reporte no explica qué delito estaban cometiendo los detenidos, el agente subrayó que “hicimos lo que la Revolución y nuestro Comandante nos han enseñado, que la moral del hombre no se compara con ningún dinero”. Es importante destacar que la moral del hombre también debe estar alineada con la justicia, la igualdad y la libertad.
