La labor de un maestro no solo consiste en enseñar conocimientos, sino también en motivar y guiar a los estudiantes en su formación integral. Por ello, resulta fundamental que los maestros no solo se limiten a impartir clases, sino que se preocupen por generar un ambiente de confianza y bienestar para los niños y jóvenes que asisten a las escuelas cubanas.
En este sentido, la iniciativa de la maestra Ivis Peña Piedra, quien recibe a sus alumnos con un bailecito, un abrazo o un choque de manos, demuestra la importancia de establecer vínculos afectivos desde el primer día de clases.
Peña Piedra es profesora en la escuela primaria Arturo Montori en La Habana y ha decidido implementar esta estrategia como forma de estimular a sus alumnos y hacerles sentir que son bienvenidos. Esta iniciativa ha sido muy bien recibida por la comunidad educativa, quienes han destacado la importancia de motivar a los niños desde el comienzo del curso escolar.
El gesto de Peña Piedra demuestra que existen muchas formas de enseñar y de transmitir valores y que la creatividad y la innovación pueden ser herramientas muy valiosas para lograrlo.
Además, es importante destacar que esta acción no solo genera un ambiente positivo en el aula de clases, sino que también puede influir en el rendimiento académico de los estudiantes.
En este sentido, algunos padres y amigos de la maestra han manifestado su agradecimiento por esta iniciativa, ya que consideran que es una forma de motivar a los niños a asistir a la escuela con entusiasmo y alegría. «Es como dices, mejor tener deseos de estar en clases que no querer ir a la escuela», señaló uno de ellos.
La iniciativa de Peña Piedra es un ejemplo de cómo se pueden generar cambios significativos en la educación cubana a través de pequeñas acciones que pueden marcar la diferencia en la vida de los estudiantes.
Es importante destacar que, aunque existen muchas carencias en la educación en Cuba, aún hay maestros comprometidos con su labor y dispuestos a hacer todo lo posible para ayudar a sus estudiantes.