En medio de la crisis de alimentos que atraviesa Cuba, el Gobierno ha anunciado la entrega gratuita de módulos de alimentos a embarazadas, niños de bajo peso y familias vulnerables en Santiago de Cuba a través de la red de bodegas estatales. Según un reporte de la prensa oficialista, se distribuirán 30 mil módulos que incluyen dos latas de sardina, dos kilogramos de arroz, igual cantidad de legumbres, espaguetis o coditos.
Leonardo Lamela, director de venta de mercancías del Grupo Empresarial de Comercio Interior en Santiago de Cuba, declaró a la Agencia Cuba de Noticias (ACN) que la distribución comenzó en el Distrito José Martí de la ciudad y continuará por el municipio cabecera y las ocho localidades restantes hasta que se entreguen todos los productos. Para adquirir los módulos, se requerirá la presentación del carnet de identidad del beneficiario y su verificación por un listado en manos de los trabajadores sociales de la comunidad.
Si bien es cierto que estos módulos no suplen todas las necesidades de una familia, pueden aliviar la carga monetaria en cuanto a la manutención se refiere, aunque esto no justifica la crisis de alimentos que sufre el pueblo cubano. Además, es importante señalar que el Gobierno prioriza el abastecimiento de los mercados en divisas, mientras la inflación impide a muchos cubanos el acceso a productos de primera necesidad.
La situación en la provincia de Santiago de Cuba es particularmente crítica, como lo demuestra el hecho de que la estatal Empresa de Productos Lácteos haya comenzado a emplear harina de arroz y almidón de maíz para elaborar helados ante la escasez de materias primas que antes se importaban.
Eduardo Griñán Caballero, director de la empresa, señaló que “existen problemas por las carencias anotadas, pero tampoco han faltado los helados combinados con frutas y soya a los que se les añaden almidón de maíz y harina de arroz, en sustitución del estabilizador lácteo”.
Griñán Caballero culpa al embargo de Washington por las dificultades que enfrentan, aunque es evidente que la gestión ineficiente del Gobierno también es responsable.
En definitiva, la entrega de estos módulos de alimentos puede ser un alivio temporal para algunas familias, pero no soluciona la crisis de alimentos que vive el pueblo cubano. El Gobierno debería centrarse en buscar soluciones a largo plazo, en lugar de ofrecer medidas paliativas que apenas logran cubrir las necesidades más básicas de la población. Además, debería reconocer la responsabilidad que tiene en la crisis y tomar medidas efectivas para solucionarla, en lugar de culpar a terceros de los problemas internos.