La periodista cubana Julita Osendi expresó recientemente su decepción por haber perdido su vida creyendo en el proyecto político creado por Fidel Castro. A propósito del 1 de mayo, Día del Trabajador, Osendi recordó lo que esta fecha significaba en el pasado, y cómo el régimen tuvo que cancelar la celebración este año por falta de combustible.
En su testimonio, Osendi compartió una experiencia personal durante el primer desfile del primero de mayo en Cuba, en el cual se encontraba en trabajo de parto con su hijo mayor. «No se podía llegar al hospital SAGRADO CORAZÓN porque todos los caminos estaban cerrados por la multitud que vanagloriaba a la revolución en el desfile del primero de mayo», contó.
Pero su decepción no se centró en este incidente específico, sino en la realidad actual de Cuba, en la que el 1 de mayo ha perdido su significado como fecha de alegría y prosperidad. Según Osendi, el país está destruido y ha perdido su esperanza de un futuro mejor. «AMIGOS MÍOS… la esperanza era verde y se la comió un chivo», agregó.
La periodista también hizo un resumen de la crisis que actualmente se vive en Cuba, en la que las autoridades han ido quitando todo lo que quedaba, incluso el triste pollo que apenas alcanzaba para dos comidas. «Lo mismo con el paquete de perritos. En la carnicería, por la canasta básica, solo venderán los poquitos huevos q no alcanzan p una semana y ¿ picadillo? Y mortadela INCOMIBLES, asquerosos, que ni mi gata quiere comer», lamentó.
Osendi también señaló que un cuarto de millón de cubanos han emigrado, y se pregunta dónde están sus alimentos. Ella misma vivió una experiencia en un hospital ortopédico en el que un señor estaba llorando de dolor y no había yeso para ayudarlo. «¿Qué primero de mayo vamos a celebrar?», cuestionó.
La periodista también denunció que el gobierno cubano no quiere que la población coma, mientras ellos cada día están más gordos y sus botones revientan. «De los tradicionales cuentos infantiles que tanto amo hay uno que puede abarcar a todo este desgobierno. Por supuesto que saben que me refiero a Pinocho. Claro, en un nueva versión porque en ésta la nariz, ha seguido y seguirá creciendo en medio de apagones, ausencia de gasolina, sin alimentos y sin medicamentos», expresó.
Finalmente, Osendi concluyó que está cansada y triste de haberse equivocado tanto y haber perdido su vida creyendo en esta falacia maquiavélica y atroz. «Cuba es una isla y no hay pescado, camarón, langosta. Ve a las casas de los señores gruesos y seguro los encontrarás», sentenció.