El aumento de precios en Cuba sigue siendo una preocupación para muchos ciudadanos, quienes denuncian que incluso los establecimientos estatales están elevando sus precios. Un cubano de La Habana me comentó recientemente que vio en un establecimiento estatal un paquete de galletas de 2 kg por 2500 pesos, lo que le pareció una barbaridad. Lo más sorprendente es que esto no se trata de un precio en el mercado negro, sino en un establecimiento estatal. Incluso en las redes sociales, estos mismos paquetes de galletas se venden a 3300 pesos cubanos.
Esta denuncia ha generado una gran indignación entre los cubanos, quienes se sienten frustrados y desesperados por los precios cada vez más altos. En las redes sociales, muchos ciudadanos han expresado su descontento con comentarios como «Considero una falta de respeto al pueblo y por el Estado» y «qué poca vergüenza tienen los descarados estos y después hablando de los particulares, cuando ellos compiten con el mercado negro». Otros se preguntan si este aumento de precios abusivos es culpa del Estado o del gobierno, y por qué los precios siguen subiendo sin control.
Para los ciudadanos cubanos, los precios exorbitantes son especialmente preocupantes para los jubilados y pensionados que viven con ingresos muy limitados. Como señaló un ciudadano, un paquete de galletas de 2 kg a 2500 pesos podría significar que un jubilado tenga que vivir con solo galletas durante dos meses, sin poder gastar en servicios básicos como electricidad, gas o agua. La gente se pregunta cómo van a poder comprar productos necesarios, como confituras, cuando los precios son tan altos y están fuera de su alcance.
Para muchos, la situación en Cuba parece injusta e insostenible. Como dice otro ciudadano, «De verdad no entiendo nada. ¿Hasta cuándo lo mismo? El Estado se está haciendo el ciego con los precios». Las personas jubiladas y los trabajadores con ingresos modestos no pueden permitirse estos precios, pero parecen estar atrapados en una situación en la que los precios siguen subiendo sin que haya una solución a la vista.
La realidad es que los cubanos enfrentan una situación económica difícil y compleja, con muchos factores que contribuyen al aumento de los precios. En este contexto, la falta de acceso a productos básicos a precios razonables puede ser una fuente de frustración y desesperación para muchos ciudadanos. Como señaló un ciudadano, «Es un lujo comerse hoy cualquier confitura». Para muchos, la situación parece desesperada y sin salida, y no está claro cuándo o cómo se resolverá este problema.