La crisis económica en Cuba continúa agravándose y se traduce en situaciones desesperadas para muchas familias. La activista cubana Diasniurka Salcedo Verdecia compartió recientemente en su perfil de Facebook un video grabado por una madre que relata cómo ella y su esposo han tenido que vender toda su ropa y zapatos para poder alimentar a sus tres hijos. Los niños, de diez, ocho y seis años, afirmaron no haber comido ni desayunado en todo el día.
La publicación de la activista no solo comparte la experiencia de esta familia, sino que también expone la preocupación de muchos ciudadanos que están cansados de la difícil situación del país y la falta de soluciones por parte del gobierno. La madre de los niños, en el video, insulta al presidente Miguel Díaz-Canel por la escasez de alimentos y la falta de ayuda a los niños necesitados.
La publicación también señala que el padre de los niños trabaja en Comunales con un salario de 2,758 $, mientras que la madre dejó su trabajo como cuidadora del Estado para tomar un curso de enfermería, pensando que mejorarían su situación económica. Sin embargo, según la publicación, desde que renunció a su trabajo en el hospital materno de Manzanillo Fe del Valle, no ha podido encontrar otro empleo.
Estas situaciones desesperadas son cada vez más recurrentes en Cuba. La activista señala que los altos precios y las políticas económicas y sociales del gobierno han dejado a muchas familias sin opciones para alimentar a sus hijos. Esta historia de la familia en Manzanillo es solo una muestra más de la difícil situación que enfrentan muchos ciudadanos en la isla.
En marzo de este año, otra madre cubana con siete hijos denunció que ha estado pidiendo ayuda al gobierno para construir una vivienda durante casi cinco años sin recibir respuesta. La mujer vive con sus hijos en Songo la Maya, provincia de Santiago de Cuba, en una vivienda de madera en malas condiciones constructivas y con goteras.
Es necesario reflexionar sobre esta situación en Cuba y buscar soluciones para ayudar a las personas y especialmente a los niños que están sufriendo. La crisis económica en la isla exige medidas urgentes y efectivas, y es importante no ignorar las voces que claman por ayuda.