Los parques de diversiones son parte de la infancia de muchos cubanos en todo el país. En Cárdenas, Matanzas, los recuerdos de estas atracciones todavía viven en la memoria de quienes disfrutaron de ellas en sus años más jóvenes. Sin embargo, la mayoría de estos lugares han quedado abandonados y en ruinas, dejando un vacío en la vida de los niños y jóvenes de hoy.
Un usuario del grupo de Facebook de Cárdenas recordó con nostalgia el carrusel que solía ser una de las atracciones más populares en la ciudad: «Era hermoso verlos en las noches lleno de luces», afirmó. Otros usuarios describieron la experiencia de visitar el parque de diversiones en aquella época: «Recuerdo que nos llevaban de las escuelas a todos en fila caminando hasta El Carrusel, todo muy organizado. Los maestros nos cuidaban y se aseguraban que todos disfrutaran».
Uno de los usuarios del grupo recordó cómo él y otros trabajadores hacían voluntariamente reparaciones y mejoras en el parque para asegurar que los niños pudieran disfrutar de él: «Yo personalmente con una brigada fuimos a extraer a otros lugares rieles de vía estrecha para el trencito», contó. Sin embargo, la falta de inversión y mantenimiento en estas atracciones ha llevado a su deterioro y eventual abandono.
La triste realidad es que muchos parques de diversiones en Cuba han quedado abandonados, como el carrusel en Cárdenas. «Actualmente no existe, es solo un lugar abandonado desde hace años», lamentó uno de los usuarios. La falta de recursos y la crisis económica del país son algunas de las razones citadas por los cubanos en las redes sociales.
La desaparición de estos parques de diversiones ha dejado un vacío en la vida de los jóvenes cubanos de hoy. «Es por eso que los niños de hoy en día con 12 o 13 años andan en la calle hasta con cuchillo», afirmó una usuaria en el mismo grupo de Facebook. «No tienen diversión», agregó.
La nostalgia por los antiguos parques de diversiones refleja la importancia que tiene el entretenimiento en la cultura cubana. Desde los carruseles y juegos mecánicos hasta los canales y cachumbambés, estos lugares eran puntos de encuentro para la comunidad y lugares donde se forjaban amistades y memorias.
A pesar de las dificultades que enfrenta el país, algunos cubanos han decidido tomar acción y crear sus propios espacios de entretenimiento, como pequeñas ferias ambulantes y eventos al aire libre. Estas iniciativas demuestran que, a pesar de la adversidad, la creatividad y la solidaridad pueden ayudar a llenar el vacío dejado por la falta de estos parques de diversiones.
