La noche del domingo en Ciego de Ávila, un joven negro cubano fue víctima de violencia física y ataques verbales durante una operación policial. En el video publicado en Facebook por Efraín Abreu Sánchez, se puede observar al joven siendo brutalmente golpeado y esposado dentro de una patrulla. Uno de los policías que participó en la operación fue filmado alardeando de ser comunista y fidelista mientras arremetía contra el joven. Los testigos del abuso lograron grabar de cerca lo ocurrido, y en otro material se puede ver al joven siendo llevado a la fuerza a la patrulla mientras es golpeado y gritan consignas como «¡Yo soy Fidel!».
Es importante señalar que no está claro cuál fue la causa de la detención, ni tampoco se sabe adónde fue llevado el joven ni en qué condiciones habrá quedado después del brutal ataque. Lamentablemente, este tipo de abuso policial no es un hecho aislado en Cuba. Los agentes de policía son objeto frecuente de quejas entre la población, que van desde abuso de poder y violencia injustificada como la que se muestra en el video, hasta inacción ante el auge de robos y otros hechos criminales en las ciudades y campos cubanos.
En los medios oficiales cubanos, se intenta lavar la imagen de la Policía y publican reportes que destacan acciones positivas de algunos oficiales, como el de dos suboficiales que habrían rechazado un soborno. Sin embargo, estos informes no son suficientes para cambiar la percepción de la población sobre la policía y su abuso de poder.
Desafortunadamente, esta no es la primera vez que un ciudadano cubano sufre violencia a manos de la policía. En marzo, un joven residente en Santiago de Cuba murió después de recibir una golpiza por parte de un policía, según denunció la novia de la víctima, Claudia Esther Ramírez. El fallecido, llamado Sergio Pozo Hernández, se encontraba con su familia y algunos amigos en la playa de Caletón cuando se produjeron los hechos.
Además, en febrero, otro joven cubano murió bajo custodia policial y su padre denunció que se trató de un asesinato, contradiciendo la versión oficial de lo ocurrido. Estos casos demuestran la necesidad de reformas urgentes en la policía cubana y de una mayor transparencia en las investigaciones sobre abuso policial.
