El 24 de abril se reanudaron los vuelos de deportación desde Estados Unidos a Cuba, enviando a 123 cubanos de regreso a la isla. Como resultado, cientos de migrantes cubanos que todavía están sin papeles en EE.UU se preguntan si ellos serán los próximos en ser detenidos y repatriados. Este temor se ha intensificado en la comunidad cubana en Florida, según un reporte del canal miamense Univisión 23. Un inmigrante cubano sin papeles confesó que vive con «miedo de que toquen la puerta y me esposen».
Muchos cubanos tienen dudas sobre sus casos y si existe algún resquicio por el cual las autoridades migratorias de EE.UU puedan agarrarse para expulsarlos de la nación. Aquellos que tienen sin definir sus casos de asilo o ya tienen una orden de deportación están en constante incertidumbre, ya que es una realidad que estos vuelos seguirán efectuándose.
La situación se complica aún más para los familiares de aquellos que recientemente fueron deportados a Cuba, quienes temen ser los próximos en ser expulsados del país sin derecho a tener una audiencia en corte. ¿Qué dicen los especialistas al respecto?
El abogado de inmigración, Miguel Inda-Romero, afirma que los cubanos que tienen un I-220A o un I-220B son los que corren un mayor riesgo de ser deportados desde EE.UU a Cuba en las próximas semanas. Es importante recordar que estos vuelos de deportación se realizarán dos veces al mes y se llenarán con aquellos que tengan órdenes de deportación, los que no pasen la entrevista de «miedo creíble» en la frontera sur y los balseros que sean interceptados o detenidos al arribar a costas.
En este contexto, es importante que los cubanos sin papeles en EE.UU se informen sobre sus derechos y busquen ayuda legal para determinar si tienen algún recurso legal para evitar la deportación. Aunque la situación actual es incierta, la realidad es que siempre existen opciones legales para evitar la deportación.
Es importante tener en cuenta que el proceso de deportación es complejo y puede ser desgastante para los afectados y sus familias. Por ello, contar con el apoyo de abogados de inmigración puede hacer la diferencia. Un buen abogado puede ayudar a los inmigrantes a identificar las mejores opciones para su caso y guiarlos en el proceso legal.