La Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara ha suspendido las clases presenciales para la mayoría de sus estudiantes debido a la crisis energética que está experimentando Cuba. La institución ha tenido que reorganizar sus procesos docentes para todas las carreras y formaciones que se imparten en la universidad durante este período de contingencia energética. Según el comunicado emitido por la universidad, las actividades lectivas se mantendrán a través del Aula Virtual de Salud Villa Clara, donde se encuentran montadas las asignaturas de todos los años y carreras, y serán apoyadas por profesores y tutores en los municipios de residencia de los estudiantes.
Los estudiantes de sexto año de la carrera de Medicina y los estudiantes de la Formación Técnica Profesional de Enfermería (9no grado) son los únicos que continuarán con actividades presenciales en las áreas de salud de pertenencia. En cuanto a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de Sagua la Grande, se acogerán a esta modalidad, mientras que los estudiantes de pre y posgrado que residen en la residencia estudiantil 157 seguirán teniendo su alimentación en el comedor del área 1.
El gobierno cubano había prometido poner fin a la aguda crisis energética que se está experimentando en el país. Sin embargo, durante las últimas semanas, la escasez de combustible se ha hecho notar, lo que ha obligado a la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara a tomar esta decisión. El gobernante designado Miguel Díaz-Canel afirmó el pasado viernes que el desabastecimiento del carburante en el territorio cubano se debe al «incumplimiento» de los países distribuidores, que también atraviesan una «situación energética compleja».
Cuba importa casi toda la cantidad de petróleo que consume, y su uso está orientado hacia la generación de energía. En las últimas décadas, el país ha recibido combustible de Venezuela y Rusia, que son los principales aliados del régimen comunista de La Habana. No obstante, la obsolescencia de las centrales de energía también se ha convertido en un problema que dificulta la distribución de energía en el país.
El año pasado, los cubanos sufrieron apagones de más de 12 horas en diversas ciudades del país, lo que generó una situación crítica. Aunque la situación mejoró en diciembre, se ha vuelto a deteriorar apenas unos meses después. Los ciudadanos cubanos han expresado su frustración y desesperación ante la situación que están viviendo.
Los comentarios que se pueden encontrar en las redes sociales son una muestra clara del descontento y la insatisfacción que sienten los cubanos con respecto a la crisis energética. Un usuario señaló que las matemáticas de las autoridades siempre son negativas para el pueblo, lo que se traduce en más apagones y malas distribuciones. Otro cubano expresó su impotencia al ver cómo Cuba es incapaz de generar nada, todo está en desastre, y esperaba que este año fuera mejor, tal y como había prometido el gobernante designado Miguel Díaz-Canel.