Ana de Armas es una actriz cubana que ha conquistado Hollywood y se ha convertido en una de las estrellas más reconocidas en todo el mundo. Su papel como Marilyn Monroe en la película «Blonde» le valió una nominación al Premio Oscar de Mejor Actriz. Sin embargo, Ana de Armas ya era muy popular en España antes de alcanzar la fama en Estados Unidos. Tras abandonar su Cuba natal y llegar a Europa, desarrolló aquí parte de su carrera y protagonizó series de éxito como «El internado» o películas como «Mentiras y gordas». Pero, ¿por qué algunos usuarios de redes sociales se han sentido ofendidos con ella?
El motivo de la polémica se encuentra en su aparición en «Saturday Night Live», uno de los programas de televisión de mayor audiencia en Estados Unidos, donde se estrenó como monologuista. Ana de Armas narró en clave de humor su llegada a Estados Unidos, pero no hizo alusión alguna a España, el país en el que pasó varios años desde que se marchó de la isla caribeña.
Esta elusión a su pasado español ha generado críticas por parte de algunos usuarios de redes sociales, que han considerado el gesto como un «desplante» a nuestro país. Sin embargo, no todos piensan lo mismo. Muchos usuarios han salido en defensa de la actriz cubana y han argumentado que no hay razón para sentirse ofendido por su monólogo en «Saturday Night Live».
En primer lugar, algunos usuarios han recordado que Ana de Armas se fue a Estados Unidos a buscar nuevas oportunidades laborales, ya que en España no estaba encontrando trabajo. En ese sentido, no se le puede culpar por haber elegido un camino que le ha llevado a triunfar en Hollywood. Además, otros han destacado que no tiene ninguna obligación de mencionar a España en su monólogo, ya que no es algo relevante para su carrera como actriz.
Sin embargo, otros usuarios han sido más críticos y han señalado que Ana de Armas ha perdido su conexión con España y con sus raíces cubanas, al haber adquirido la nacionalidad estadounidense. A pesar de ello, otros han destacado que el hecho de que haya adquirido la nacionalidad estadounidense no implica que haya renunciado a su identidad cubana o española, y que sigue sintiendo un profundo amor por ambos países