La periodista cubana Julita Osendi fue víctima de un robo violento en la ciudad de La Habana, Cuba. Según relató Sady Castellón Mirabal en una publicación de Facebook, Osendi fue asaltada en el Malecón, frente al Paseo del Prado, cuando le quitaron su teléfono móvil. Castellón Mirabal también expresó su frustración con la respuesta tibia de la policía ante el incidente.
Después de lo ocurrido, Osendi compartió su experiencia en Facebook, describiendo al ladrón y la vestimenta que llevaba. La periodista explicó que su teléfono contenía información importante de su trabajo, así como fotos personales y de entrevistas diarias con deportistas y entrenadores.
Es desafortunado que una persona tenga que pasar por una experiencia tan traumática en la calle. Este tipo de situaciones son una preocupación constante en muchas partes del mundo, pero la impunidad con que se llevó a cabo el asalto es especialmente preocupante. Además, la respuesta de la policía, según lo descrito por Castellón Mirabal, parece ser inadecuada. En un momento en que la seguridad ciudadana es más importante que nunca, las autoridades deben hacer todo lo posible para garantizar la protección de sus ciudadanos.
Osendi también mencionó la importancia de la inmediatez en su trabajo, lo que resalta el valor de su herramienta de trabajo robada, su teléfono móvil. Aunque las fotos personales y los contactos son importantes, la pérdida de información laboral es particularmente significativa para los periodistas, quienes confían en los dispositivos móviles para grabar entrevistas y tomar notas.
«En medio de nuestro estupor, me arrebató mi móvil, mi herramienta de trabajo, que contenía ocho mil fotos familiares y cinco mil contactos amén de las fotos de los deportistas y entrenadores que entrevisto a diario», escribió Osendi.
La descripción detallada del ladrón, incluyendo su vestimenta, es una prueba de que Osendi y su compañera estaban alertas y prestando atención a su entorno. Desafortunadamente, esto no siempre es suficiente para evitar un asalto, especialmente cuando los ladrones actúan con tanta rapidez y violencia. La falta de respuesta de la policía también es preocupante, especialmente cuando se tiene en cuenta que habían sido alertados inmediatamente después del incidente.
«NO SE PUEDE SALIR, MENOS UNA MUJER DE LA TERCERA EDAD; NO EXISTE UN SOLO POLICÍA QUE PUEDA APOYAR EN UNA SITUACIÓN ASÍ (PASARON DOS EN MOTOS ELÉCTRICAS QUE NO HABÍAN RECIBIDO NINGÚN AVISO DE LA JEFATURA) Y TERCERO: ¡AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA! y no es la serie española precisamente. DE VERAS ¡CUÁN ARREPENTIDA ESTOY POR LOS AÑOS PERDIDOS!», terminó diciendo Osendi en su publicación.