El pasado jueves 13 de abril, la policía de Miami llevó a cabo una operación encubierta en la que detuvieron a tres mujeres cubanas que ejercían la prostitución en un hotel de Coral Gables. Yuneidis Quintero Ochoa y Lorena Cárdenas, ambas de 25 años, y Sofia Alejandra Rojas, de 20 años, ofrecían sus servicios sexuales en un anuncio en Internet.
Según el reporte de América TeVe, los policías llamaron a las mujeres y las citaron en el hotel Rodeway Inn, situado en el suroeste de la ciudad. Una vez allí, los agentes encubiertos les preguntaron qué servicio ofrecían y cuánto cobraban.
Las mujeres respondieron que entre 300 y 500 dólares. Después de recibir el dinero y desnudarse, los hombres las detuvieron y las condujeron al Centro Correccional Turner Guilford Knight (TGK) del condado de Miami-Dade.
El operativo fue llevado a cabo por investigadores de la fuerza especial contra el tráfico humano de la oficina del fiscal estatal de Miami-Dade y miembros de la Policía de South Miami. Las tres cubanas fueron presentadas en la Corte penal del condado al día siguiente.
La jueza Mindy Glazer, encargada del caso, se dirigió a la más joven de las arrestadas, Sofia Alejandra Rojas, con un mensaje claro y directo: «Hay muchos negocios ahora contratando en el que usted puede ganar buen dinero de manera legal, muchos restaurantes y tiendas, trabajo legal y sobre todo, en el que usted estará segura». La magistrada les impuso una fianza de 500 dólares a cada una de las mujeres, excepto a Rojas, quien quedó detenida en espera de las autoridades de inmigración.
La trata de personas es un delito que afecta a muchas mujeres y niñas en todo el mundo. La mayoría de las veces, son víctimas de la pobreza, la falta de oportunidades y la discriminación. Según la Organización Internacional del Trabajo, la trata de personas es una industria que genera miles de millones de dólares al año.
Las mujeres y niñas que son obligadas a prostituirse son víctimas de la violencia, la explotación y el abuso. Muchas veces son sometidas a condiciones inhumanas y degradantes, y son tratadas como objetos sin ningún tipo de respeto o consideración.