Cuba planea reanudar la aceptación de vuelos de deportación desde Estados Unidos, según anunció recientemente Carlos Fernández de Cossio, el vicecanciller cubano. Esto se debe a las preocupaciones estadounidenses sobre los niveles de migración cubana, que han sido los más altos en las últimas seis décadas. De Cossio asegura que estos vuelos se llevarán a cabo antes del 11 de mayo, cuando se espera que Estados Unidos ponga fin a las restricciones sobre el asilo relacionadas con la pandemia, lo que podría aumentar aún más el número de personas que buscan ingresar al país desde México.
Los cubanos han sido detenidos en la frontera con México 43,000 veces en diciembre de 2020, convirtiéndose en una de las nacionalidades más numerosas de aquellos que entran a Estados Unidos. Aunque las cifras cayeron en enero, cuando el presidente Joe Biden anunció que los cubanos podrían volar a Estados Unidos si lo solicitaban en línea y contaban con un patrocinador financiero, el número de cubanos que cruzan la frontera ilegalmente continúa siendo alto.
Fernández de Cossio dijo que se necesita regularizar la expulsión de los migrantes cubanos para que puedan ser expulsados fácilmente, no a México, sino directamente a Cuba. Sin embargo, el número de cubanos que huyen en botes, especialmente aquellos con motores potentes asociados con contrabandistas, ha comenzado a aumentar después de una baja hace meses, y más cubanos vuelan a Nicaragua como turistas, lo que suele ser el primer paso antes de viajar por tierra a la frontera entre México y Estados Unidos.
Aunque los cambios anunciados en enero han logrado reducir el número de cubanos que cruzan ilegalmente la frontera desde México, De Cossio advierte que no es una solución a largo plazo. Además, señala que siempre habrá un límite a la cantidad de visas que se puedan otorgar. No está claro cuántos vuelos necesitará Estados Unidos para crear un disuasivo serio a la migración cubana.
En cuanto a los vuelos de deportación, los dos países han planeado cinco vuelos desde noviembre, pero se han cancelado todos por distintas razones operativas. Fernández de Cossio destacó que Cuba ha apoyado los vuelos en teoría, pero que la frecuencia dependerá de la capacidad de ambos países. El último vuelo se realizó en diciembre de 2020.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron más migrantes el año pasado que en cualquier otra época desde que se llevan registros, principalmente cubanos, venezolanos y nicaragüenses, países con los que Estados Unidos tiene relaciones diplomáticas tensas. A Estados Unidos le ha resultado extremadamente difícil auspiciar vuelos de deportación a estos países, lo que ha obligado al gobierno a pedir ayuda a México.