La reparación de la Tribuna Antimperialista en La Habana ha generado polémica en Cuba debido a que muchos ciudadanos cuestionan el gasto de recursos y materiales en su restauración cuando hay una gran necesidad de viviendas en el país. Algunos cubanos se han pronunciado en medios oficiales, como Cubadebate, expresando su descontento con la decisión de reparar este monumento en lugar de construir viviendas para los damnificados.
Un ciudadano expresó en un comentario en Cubadebate su preocupación por el gasto en la reparación de la Tribuna Antimperialista: «Un gasto enorme, tiempo de trabajo perdido. Dinero invertido en un lugar que se sabe que entra el mar de manera brutal cada 12 años y además está expuesto al salitre de manera constante y a todo, un ambiente muy agresivo». Además, señaló que la zona ha sufrido daños mayores en cada aguacero e inundación del mar gracias a los anteriores proyectos de construcción.
Otro ciudadano, en un comentario en el mismo medio, señaló que el país no está en condiciones económicas para hacer un proyecto costoso como este y que existen otras necesidades urgentes, como la situación de las aceras y viales, y la situación constructiva de viviendas, hospitales y escuelas. Según él, se podría haber hecho un mantenimiento ligero a lo existente y dejar este proyecto para más adelante.
Según Cubadebate, la reparación de la Tribuna Antimperialista José Martí comenzó en 2019 pero se retrasó por la pandemia y aún no existe una fecha exacta para la culminación de la obra.
La última etapa de este proyecto inició en marzo de 2022 y su inauguración estaba prevista para el 26 de julio de este año, pero la situación energética por la que atraviesa Cuba no permitirá cumplir con este plan, dijo Rafael Becerra Cardelo, experto principal de la Empresa de Servicios Especializados y Dirección Integrada de Proyectos (ESEDIP).
La situación energética es uno de los mayores problemas que han afectado la culminación de la obra, debido a que se requiere de muchos equipos: cargadores, retroexcavadoras, martillos neumáticos, compresores y camiones. Además, se encuentra el traslado del cemento desde Cienfuegos, lo que se ha visto afectado por la situación en el Mariel.