La reciente medida del Banco Central de Cuba que permite depositar dólares estadounidenses en cuentas bancarias ha generado desconfianza en los cubanos, según un reporte del diario independiente 14yMedio. Los cubanos consideran que cuando los dólares se depositan, se convierten automáticamente en moneda libremente convertible (MLC) y el cambio es uno a uno, lo que no les beneficia en nada. Un joven habanero afirmó que prefiere seguir cambiando sus dólares en la calle con pesos, con los que compra alimentos y otros productos necesarios.
A pesar de que la medida fue aprobada por el gobierno para enfrentar las condiciones económicas actuales del país y beneficiar tanto a la actividad económica nacional como a la población, los cubanos prefieren seguir vendiendo sus dólares en la calle, donde obtienen un mejor tipo de cambio que en las casas de cambio oficiales (CADECA).
El economista cubano Mauricio de Miranda Parrondo, profesor de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, en Colombia, ha considerado que las autoridades del país «parecen no estar dispuestas a admitir que se equivocan, cuando lo hacen muy frecuentemente». Según el académico, las consecuencias nocivas de los errores en la política económica la está pagando la población.
Desde 2021, cuando se prohibieron los depósitos de dólares en efectivo en las cuentas en MLC, «nada fundamental ha cambiado», ha afirmado De Miranda Parrondo. «Cuando lo hicieron cometieron un error, porque le dieron mayor dinamismo al mercado cambiario informal». En este sentido, la dolarización parcial de la economía sigue siendo un gravísimo problema en Cuba, porque el peso cubano continuará depreciándose, ha explicado el economista.
De acuerdo con el académico, existen dos alternativas para encaminar la economía en Cuba. La primera es restablecer la fuerza liberatoria ilimitada y curso legal forzoso del peso cubano en todo el territorio nacional, y la segunda es eurizar o dolarizar totalmente la economía, es decir, abandonar temporalmente el peso cubano y utilizar una moneda extranjera en todas las transacciones de la economía, incluyendo salarios.
Sin embargo, De Miranda Parrondo ha subrayado que la dolarización parcial, que a toda costa pretende mantener el gobierno, es la peor posible de las alternativas para encaminar la economía, porque el pueblo cubano sigue ganando en una moneda que no le permite asegurar sus necesidades de vida.
En cuanto a la implementación de la bancarización del dólar, vigente desde el último lunes, el canciller de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, ha salido a defenderla, argumentando que es necesaria para enfrentar las actuales condiciones económicas del país y que esta beneficiará tanto a la actividad económica nacional como a la población.
Aunque aún no se conocen las informaciones oficiales del impacto de la medida, el descontento y la desconfianza siguen siendo las mayores defensas de muchos cubanos, quienes prefieren seguir vendiendo sus dólares en la calle.