Mañana miércoles los gobiernos de EE. UU. y Cuba se reunieran en Washington para conversar sobre el tema migratorio. Es importante destacar que el encuentro se produce en un contexto en el que el gobierno estadounidense se prepara para levantar una norma sanitaria que permite bloquear a la inmensa mayoría de los migrantes en la frontera. Esta medida será levantada el 11 de mayo y se prevé un aumento en el flujo de migrantes que podría pasar factura electoral a los demócratas, quienes ya son acusados por los republicanos de una «crisis migratoria en la frontera».
En 2022, Washington y La Habana reanudaron las negociaciones migratorias, en un contexto de éxodo récord de cubanos, principalmente hacia Estados Unidos. Desde entonces, el número de cubanos interceptados ha caído de 28.845 en octubre de 2022 a 753 en febrero de 2023, según datos oficiales. Todo esto se debe a un plan que autoriza la entrada en Estados Unidos de hasta 30.000 migrantes por mes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela. Sin embargo, para ser aceptados, estos migrantes deben solicitar el acceso en países por los que transitan o pedir cita en línea.
El encuentro del miércoles refleja el compromiso de ambos países de revisar periódicamente la implementación de los acuerdos alcanzados en 1984. El gobierno estadounidense considera primordial «garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular», así como «fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba», según afirmó un portavoz del Departamento de Estado.
Es importante resaltar que, a su llegada a la Casa Blanca en enero de 2021, Biden prometió revisar la política estadounidense hacia Cuba. Sin embargo, tras las manifestaciones antigubernamentales de julio de ese mismo año, el gobierno estadounidense endureció su posición. Las mayores registradas en la isla en las seis décadas de gobierno comunista y que se saldaron con un muerto y decenas de heridos. No obstante, en enero de 2023 la embajada estadounidense en La Habana reinició la entrega de visas para los cubanos que desean irse del país, golpeado por la inflación.
La mayoría de los cubanos intentan llegar al país por vía terrestre, pero otros se aventuran en una peligrosa travesía marítima en embarcaciones precarias. Es por ello que resulta fundamental que los gobiernos de EE. UU. y Cuba continúen trabajando juntos para encontrar soluciones que permitan una migración segura, ordenada, humana y regular.
En cuanto a las negociaciones migratorias, se espera que estas se centren en la implementación de los acuerdos migratorios entre ambos países. Es importante destacar que estas conversaciones se limitan al tema de la migración y no abordan otros asuntos en la relación bilateral entre EE. UU. y Cuba.