El transporte público en Cuba sigue siendo otro de los grandes dolores de cabeza para el cubano de a pie

Redacción

La falta de transporte público en Cuba ha sido un problema de larga data, y ha llevado a los ciudadanos a buscar alternativas poco convencionales para movilizarse. La escasez de autobuses y la falta de inversión en la flota ha sido señalada como la principal causa de esta situación. Esto ha obligado a los cubanos a utilizar motocicletas eléctricas, taxis privados, y hasta aventones, para poder desplazarse de un lugar a otro.

La falta de transporte público ha impactado negativamente la vida de las personas en Cuba, especialmente en La Habana, donde viven dos millones de personas. Según el director general de Transporte de La Habana, Leandro Méndez, en diciembre de 2021, de los 878 autobuses con los que contaba entonces la capital, sólo se encontraban operativos 435, el 49%. Además, el economista cubano Omar Everleny Pérez ha señalado que el modelo cubano no puede estar basado solo en tener ómnibus y que el Estado debe buscar vías alternativas de transportación. Entre estas alternativas, Pérez destaca la idea de construir un metro o fomentar el ferrocarril.

El deterioro del sector del transporte en Cuba durante los últimos tres años se debe a la falta de recursos económicos, lo que ha generado una menor oferta de servicios y una gran insatisfacción entre los ciudadanos, según el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez. La carencia de dólares en el Estado para repuestos, el envejecimiento de la flota y la falta de combustible son algunos de los factores que han contribuido a esta situación.

La falta de inversión en la flota de transporte público en Cuba se ha traducido en una falta de autobuses operativos en la capital. Como resultado, los cubanos han tenido que buscar alternativas para movilizarse, como las motocicletas eléctricas, los taxis privados y los aventones. Además, muchos ciudadanos han optado por colocarse junto a los inspectores de transporte en puntos estratégicos de la ciudad, que detienen a los automóviles estatales y permiten que los ciudadanos se suban a ellos.

El costo de renovar o restituir la flota de transporte público es inasumible para las autoridades cubanas, lo que ha llevado a los ciudadanos a buscar soluciones creativas para movilizarse. Los altos costos de los autobuses, que pueden alcanzar los 200.000 dólares, han sido señalados como una de las principales causas de la falta de inversión en el sector del transporte público.

La falta de transporte público ha tenido un impacto negativo en la vida de los cubanos, especialmente en La Habana. La escasez de autobuses operativos ha obligado a los ciudadanos a buscar alternativas poco convencionales para desplazarse, como las motocicletas eléctricas, los taxis privados y los aventones. A pesar de estas alternativas, el problema de la falta de transporte público persiste, y muchos ciudadanos siguen sufriendo las consecuencias de esta situación.