El reciente anuncio de la apertura de tiendas operadas por MiPymes en moneda nacional cubana ha sido bien recibido por muchos ciudadanos, quienes ven esto como una opción más para adquirir productos y bienes que antes solo estaban disponibles a través de TRD y CIMEX. Sin embargo, el problema radica en los precios, los cuales no son accesibles para la mayoría de los bolsillos. Aunque los productos están ahí, muchos de ellos solo son accesibles para aquellos que reciben dólares del exterior.
Aunque esta iniciativa puede ser vista como una forma de mantener e incrementar los surtidos y bajar los precios, es algo que parece imposible en una economía que va al precipicio. El objetivo es llenar las tiendas, pero si solo unos pocos pueden comprar, entonces esto no importa. Lo más importante es que veremos tiendas llenas con precios altísimos, al igual que ocurre hoy en día en las calles y las redes sociales.
Con la apertura de las Mipymes, también veremos todas las panaderías llenas de panes de todos los tipos, pero serán también inaccesibles para muchos debido a los altos precios. Las Mipymes son los nuevos dueños de Cuba, lo que representa un tránsito hacia el capitalismo. Después de 60 años, los particulares vuelven a tener poder, con la diferencia de que todas estas Mipymes son administradas por el gobierno o por personas con vínculos gubernamentales.
Es cierto que el dinero necesario para fundar una empresa particular es de dudosa procedencia, lo que permitiría burlar el bloqueo al ser particulares y poder comprar dólares en el mercado negro o informal para importar bienes a precios más elevados. Todo esto, sumado al cambio de 1 x 175 y al margen de ganancia y costos de importación, resulta en precios prácticamente impagables para cualquier trabajador asalariado estatal.
La situación en Cuba es compleja y no hay una solución fácil a los problemas económicos. Las aperturas de tiendas operadas por Mipymes pueden ser vistas como un paso hacia la modernización y el progreso, pero también plantean preguntas importantes sobre la accesibilidad de los productos para la población. El gobierno debe trabajar para encontrar soluciones que permitan el acceso a productos y servicios esenciales para todos los ciudadanos, mientras que al mismo tiempo fomenta el crecimiento económico y la inversión en el país.