El problema de escasez de combustible en La Habana ha resurgido, lo que ha llevado a los choferes a esperar durante horas en las colas de las gasolineras para poder llenar sus depósitos. Los choferes se ven obligados a pasar largas horas junto a sus vehículos, lo que resulta en una gran incomodidad. Los carros se alinean en una larga hilera de diez cuadras en la calle Monte que dobla por la calle Rastro y culmina en un servicentro en Belascoaín, como se muestra en un video publicado por Cubanet.
Además, la aglomeración de vehículos para obtener combustible es cada vez más común también fuera de la capital. Un cubano en el perfil de YouTube de Cubanet señaló que había 42 carros en la gasolinera de Los Paraguas en Vía Blanca, llegando al semáforo de Guanabacoa. Los choferes están cada vez más molestos por la situación, y los usuarios en las redes sociales expresan su frustración y escepticismo sobre el suministro de combustible.
La escasez de combustible también está afectando a los ciudadanos comunes que necesitan llenar sus vehículos para ir a trabajar o para realizar actividades cotidianas. Según un informe de Telemundo 51, Roberto Peña y su esposa pasaron una noche en su carro esperando para llenar el tanque de combustible. Roberto viajó desde la provincia de Camagüey para llevar a su esposa a una entrevista en la embajada de Estados Unidos, pero no pudo encontrar combustible en toda la autopista.
A pesar de la situación, el gobierno de La Habana asegura que está implementando medidas para abordar la crisis de escasez de combustible. Según un comunicado del gobierno, se reajustarían las asignaciones para actividades vitales en cuatro gasolineras de la capital.
Sin embargo, muchos cubanos no están convencidos de que estas medidas sean efectivas. La falta de transparencia en las políticas gubernamentales ha generado desconfianza en la población, y muchos creen que la situación de escasez de combustible empeorará antes de mejorar. Además, la falta de combustible no solo afecta a los choferes, sino que también tiene un impacto en la economía general del país.
En este sentido, la propuesta del gobierno de utilizar los ingredientes para hacer helados en lugar de utilizarlos para la producción de combustible ha sido recibida con escepticismo y críticas. Muchos argumentan que es una medida desesperada y que no resolverá el problema de escasez de combustible a largo plazo. Además, la producción de helados no es una prioridad para la población, y muchos creen que el gobierno debería centrarse en encontrar soluciones a los problemas económicos más urgentes que afectan al país.
