El pasado fin de semana, el influencer y preso político Yoandi Montiel Hernández, conocido como El Gato de Cuba, salió de pase de prisión tras dos años de estar detenido por hacer chistes políticos en redes sociales. Montiel fue detenido en abril de 2021 y procesado por el supuesto delito de desacato agravado de carácter continuado.
Sus publicaciones y transmisiones en redes sociales, donde criticaba de forma humorística el sistema político de la isla y se burlaba del gobernante Miguel Díaz-Canel, le aseguraron la popularidad entre los cubanos.
A pesar de que el semblante inexpresivo de Montiel ha llamado la atención de los usuarios en redes sociales, un familiar, que prefirió mantenerse en anonimato por temor a represalias, aseguró al medio independiente CiberCuba que el joven se encontraba “bien de ánimos y de salud”. El padre de Montiel presentó una solicitud de beneficio de libertad condicional a favor de su hijo a mediados de enero, y esperan que las autoridades le concedan la libertad en las próximas semanas.
Sin embargo, Montiel debe regresar a prisión el próximo lunes para terminar de cumplir íntegramente su condena y esperar la decisión del juez en cuanto a su liberación. La madre del preso político denunció en marzo del año pasado que sufría agresiones físicas y no se alimentaba bien en la cárcel.
La situación de Montiel no es única en Cuba, donde la libertad de expresión es limitada y aquellos que critican el sistema político corren el riesgo de ser perseguidos y encarcelados.
El humorista cubano Andy Vázquez se unió a la lucha por la liberación de Montiel y escribió en sus redes sociales: “El Gato de Cuba. De pase, dos años va por dos años de prisión, delito: – Hacer chistes… a los de arriba no le gustaban. Y oficial el delito es ‘falta de respeto al presidente’ asco de gobierno. Libertad para el Gato y para todos los otros presos políticos”.
La situación de Montiel es una muestra más de la necesidad de luchar por la libertad de expresión y los derechos humanos en Cuba. A pesar de las dificultades, hay esperanza en la creciente movilización ciudadana y en la solidaridad internacional.