¡Sin petróleo ni gasolina! Limitarán horarios y cantidad de combustible que podrán comprar los dueños de automóviles en La Habana

Redacción

Gobierno cubano reconoce que continua el desabastecimiento de combustible en la isla, pero dicen que ha "disminuido" y que trabajan para "estabilizar el servicio"

El Gobierno cubano ha sido incapaz de resolver el problema de la escasez de combustible en La Habana y otras ciudades del país, y se limita a anunciar medidas que apenas alivian la situación. Este domingo, el diario estatal Granma informó que se reajustarán las cifras de combustible asignadas a actividades vitales y se habilitarán cuatro servicentros en la ciudad. Sin embargo, estas medidas son insuficientes para resolver el problema de fondo.

Según Granma, las instalaciones se abrirán en horario de la madrugada para prestar servicios a la población en la mañana. Además, se evaluará la venta de combustible según el tipo de vehículo, con límites de litros establecidos para cada categoría. Sin embargo, no se especifican cuáles serán las cuotas asignadas a cada cliente según su medio de transporte.

La escasez de combustible en Cuba es un problema recurrente que se ha agudizado en los últimos meses debido a la falta de camiones cisterna en la provincia de Matanzas, lo que provocó largas colas en las gasolineras. A esto se suman las «dificultades operacionales de logística» y una «demanda superior a la habitual», según informó Cuba-Petróleo en octubre.

Pero la escasez de combustible es solo uno de los muchos problemas que enfrenta Cuba. La carestía de alimentos y medicinas, la alta inflación y la inestabilidad del sistema eléctrico son otros problemas que se suman a la tensa crisis económica que atraviesa la isla, agudizada por la pandemia de COVID-19, la mala gestión y el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos.

El Gobierno cubano ha demostrado su incapacidad para resolver estos problemas, que afectan a la calidad de vida de la población y limitan el desarrollo económico del país. La situación se agrava por la falta de transparencia en la gestión gubernamental y la falta de libertades civiles y políticas en la isla.