En una sorprendente publicación en su cuenta de Facebook, la periodista oficialista Dailene Dovale habla abiertamente sobre el peloteo y la corrupción en las instituciones estatales en Cuba.
En su publicación, Dovale se queja de cómo los cubanos son víctimas de la falta de información y el descaro en la tienda La Estrella, donde no pueden comprar los productos que les corresponden por núcleo y, en su lugar, reciben excusas por parte de los trabajadores de la entidad.
Dovale explica cómo su conocido ha ido durante varias jornadas a la tienda y ha sido maltratado y tratado como si fuera el culpable. «La tienda La Estrella, en Vía Blanca y Duregues, es lo peor que he vivido en Santos Suárez. Una falta de información tras otras. ¿O un descaro tras otro? ¿O un robo tras otro? Lo escribo aquí y lo digo donde haga falta hacerlo», afirma la periodista.
Además, Dovale revela que quiso tomar una foto de la situación que experimentó en la tienda, pero los trabajadores la obligaron a borrarla. Esto demuestra cómo el sistema de control y represión en Cuba se extiende incluso a las redes sociales personales de los reporteros, quienes están obligados a publicar solo los logros de la revolución y a repetir el discurso triunfalista de la dictadura castrista.
Los medios de prensa oficialistas están controlados por una persona llamada «Observador de redes», quien monitoriza cada mes la cantidad de veces y el contenido compartido por los reporteros. Si los reporteros no cumplen con la cuota de publicaciones sobre las «maravillas» del país, o comparten contenido que expone la verdad del cubano de a pie, se ven afectados en su salario.
El sistema de libreta de abastecimiento también es utilizado como un canal regulador para los productos de primera necesidad, lo que deja a los cubanos en una situación vulnerable y dependiente de las instituciones estatales. Aunque algunos productos son comercializados fuera de las bodegas, siempre se requiere la libreta de abastecimiento como canal regulador.