Dos pilotos cubanos, David López Alfonso e Ismael Hernández Chirin, han sido detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos y se enfrentan a un proceso de deportación después de escapar de Cuba a bordo de un “Ala Delta motorizado”. El Agente Jefe de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos en el sector de Miami, Walter N. Slosar, anunció en Twitter que “ambos individuos fueron entrevistados, procesados para deportación y detenidos por ICE. La aeronave será incautada por las autoridades federales”.
Los cubanos llegaron al Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso, en Florida, el pasado 25 de marzo, utilizando un equipo de aviación ultraligero del tipo “Trike”. Según el Club de la Aviación de Cuba, se trataba de un “Ala Delta motorizado” identificado como un equipo de aviación ultraligero.
Inicialmente, el periodista Alexis Boentes informó que “podrían ser llevados a un centro de detención y tendrían que defender un caso de asilo para no ser deportados”. En una entrevista con el canal Telemundo 51, la hermana de uno de los pilotos, Ismael Hernández Chirino, declaró “que no sabían lo que ambos habían planificado con tiempo y también pidió que no los devolvieran a Cuba, pues no les esperaría nada bueno”.
Los pilotos cubanos trabajaban en el polo turístico de las Playas del Este en La Habana antes de escapar. El Club de Aviación de Cuba denunció el suceso y transmitió a las autoridades internacionales correspondientes “su desacuerdo con hechos como estos y solicita se aplique a estos individuos las sanciones correspondientes a la gravedad del caso y la devolución del equipo sustraído”. Consideraron el incidente como un “robo” y calificaron a los pilotos como “desertores”.
Es importante destacar que el uso de aeronaves ultraligeras como esta, especialmente para fines de escape, puede ser muy peligroso. No se sabe aún cómo los pilotos cubanos lograron cruzar el Estrecho de Florida sin ser detectados, pero se cree que probablemente hayan evadido las patrullas costeras y los sistemas de radar mediante una ruta de vuelo más baja que la usual. Sin embargo, esto pone en riesgo su seguridad y la de otros en la zona.
Este caso llama la atención sobre la situación actual en Cuba, donde la gente está desesperada por huir de la pobreza y la represión política. La emigración ilegal es una práctica común en el país, y muchos ciudadanos arriesgan sus vidas para tratar de escapar de la isla en cualquier forma posible.
Esperamos que esta situación se resuelva pronto y que los pilotos cubanos reciban un tratamiento justo. Sin embargo, es importante que se tomen medidas para prevenir futuros incidentes como este, especialmente en lo que respecta a la seguridad en la frontera de Estados Unidos y Cuba.
