Alertan sobre invasión de algas tóxicas en playas de Cuba

Redacción

Las autoridades cubanas han lanzado una alerta sobre la presencia de algas tóxicas en algunas de las playas de la isla. Esta advertencia llega después de que el Sistema de Información y Análisis Marino Costero de México publicara un mapa que identificaba una alta concentración de sargazo en aguas del Caribe, especialmente al sur de Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica y en áreas al sur de Cuba. El mar Caribe está recibiendo una gran cantidad de algas Sargazo o Sargassum procedentes del Atlántico, las cuales emiten componentes químicos que pueden ser perjudiciales para la salud humana.

Una nota de prensa estatal cubana indica que las personas no deben bañarse en aguas donde estén presentes algas carmelitas o pardas, ya que pueden desprender sustancias irritantes y suponen un problema para la salud. Es importante tener en cuenta que el sargazo no debe confundirse con las hojas de Seibadal, plantas marinas que no son tóxicas y que arriban a las costas cubanas, ensuciando la arena y el litoral sin causar daños para la salud.

No es la primera vez que Cuba se enfrenta a este problema. En 2015, el medio Oncuba informó sobre casos de pacientes que presentaban una rara dermatitis provocada por el contacto con microorganismos en el mar. Esta situación causó temor entre los cienfuegueros, especialmente los niños, que acudían a los hospitales con erupciones y lesiones en la piel. Los médicos no sabían de qué se trataba y la situación generó preocupación entre la población.

María del Carmen, madre de tres hijos, recordaba haber estado en el área de baño que los lugareños llaman “el Círculo Juvenil”, y afirmaba que a sus hijos les habían diagnosticado intoxicación, impétigos y dengue. La niña tuvo que estar ingresada cuatro días bajo un mosquitero hasta que la erupción pasó. Otra joven experimentó el mismo cuadro clínico: enrojecimiento y picazón repentina en la zona de los genitales. Insatisfecha con las respuestas del Hospital Pediátrico, Anay se puso en contacto con el Centro de Higiene y Epidemiología y la Dirección de Salud Pública, donde desconocían los hechos.

El “rumor sobre la contaminación de las playas y los casi 60 casos presentados en los Cuerpo de Guardia obligaron a las autoridades a tomar cartas en el asunto”. Después de eso, el domingo 26 de julio cerraron “el Círculo Juvenil”. Se presume que las reacciones estaban relacionadas con “el historial de derrames al mar de químicos tóxicos como sosa cáustica y amoníaco desde la cercana zona industrial (cuyas consecuencias todavía se monitorean) dieron oxígeno a versiones apócrifas del suceso, con supuestos arrastres de un nuevo vertido”.

También se sospechó que tenían que ver con “una bacteria o incluso a una agresividad inusitada del llamado Caribe, microorganismo marino que suele aparecer en la costa sur de Cuba y que produce irritación en la piel tras rozar con él”.

Aunque finalmente lo único que se confirmó es que guardaba relación con una “marea roja” de microalgas tóxicas.