En los últimos meses, la inseguridad en las calles de Cuba se ha convertido en un problema cada vez más frecuente. En las redes sociales, son cada vez más las denuncias de robos y asaltos en plena calle en cualquier parte de la isla. Aunque no hay un registro público del índice de criminalidad y los datos son controlados por las autoridades, la realidad es que la sensación de inseguridad se está instalando en la sociedad cubana.
Uno de los últimos casos denunciados en redes sociales es el de un joven cubano al que le arrebataron su teléfono celular en una parada de ómnibus en La Habana. La madre de la víctima, Mary Hadfeg, denunció en Facebook:
“Qué tristeza ver en lo que se está convirtiendo Cuba, ya no hay seguridad en las calles, ni en pleno día. A mi hijo le fue arrebatado el móvil a plena una de la tarde en la parada del Frank País”. Según la publicación, el teléfono móvil tiene un pin de seguridad de rastreo, por lo que exigió al ladrón o ladrones que lo entreguen a la policía de La Lisa.
Pero este no es el único caso que ha generado indignación en la sociedad cubana. El joven Lester Domínguez Ortiz fue asaltado a machetazos para robarle su celular en el poblado de San Germán, en el municipio holguinero Urbano Noris.
Desde entonces, el joven se encuentra ingresado en terapia intensiva y ha sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas. Afortunadamente, el agresor del adolescente fue arrestado y confesó el robo con violencia.
En otro caso, una madre cubana denunció que dos sujetos apuñalaron a su hijo para robarle el teléfono celular en el reparto Mantilla, en el habanero municipio Arroyo Naranjo. El joven tuvo la suerte de que la herida no afectó ningún órgano vital, y su vida no corría peligro. Sin embargo, la sensación de inseguridad dejó en shock a la familia.
Estos son solo algunos ejemplos de la creciente ola de delitos que se están produciendo en Cuba. La inseguridad en las calles es una realidad que preocupa a los ciudadanos cubanos, que temen ser víctimas de robos y asaltos en cualquier momento.
Aunque las autoridades han respondido a algunos casos, la sensación de impunidad que prevalece entre los delincuentes sigue generando preocupación.
