La compra de alimentos y bebidas en las calles de Cuba puede ser una actividad peligrosa. En una publicación en redes sociales, una usuaria alertó sobre la venta de refrescos falsos en un local frente al Hospital Frank País, en una casa con rejas blancas.
«Venden refresco de cola que para nada es original. Está sellado, tiene gas pero el refresco sabe a detergente», advirtió la usuaria.
Lo más preocupante de la situación es que al preguntar si el refresco era original porque era para un niño, le dijeron que sí. «Si me hubieran dicho ‘mira es reenvasado’ era mi opción de comprarlo o no, pero la falta de sinceridad es bochornosa», agregó la usuaria.
La venta de refrescos falsos no es un problema aislado. Un usuario en la publicación mencionó que está pasando con los detergentes, los productos de limpieza y otros alimentos.
«Pero hay que tener muy poco escrúpulo para vender algo que se destina principalmente a los niños, que preguntes si es original y te digan que sí, sin pensar las consecuencias que pueda acarrear», expresó.
La venta de productos falsificados es una práctica común en Cuba, pero lo que hace que esta situación sea más alarmante es que los niños son los principales afectados.
«No se puede comprar nada en la calle. Me pasó parecido con una muchacha y una mantequilla. Había puesto en una publicación que no era buterol ni nada de invento que estaba muy buena y no sabe a nadaaaaa. Le dije y solo me dijo ‘Aah ok gracias igualmente'», comentó una usuaria.
La situación es preocupante, ya que los productos falsificados pueden contener sustancias tóxicas que ponen en riesgo la salud de los consumidores. Por esta razón, es importante tomar medidas para evitar ser víctima de esta estafa. Si has sido víctima de una estafa, es importante que denuncies el hecho ante las autoridades.
«Ves a la policía, pon una denuncia. Así mismo tu niño podía morir. Así le ponen otra cosa y el niño se te muere. Yo no creo nada con mis hijos», recomendó una usuaria en su publicación.
