Un joven residente de Artemisa, Cuba, fue atacado por un tiburón el pasado fin de semana mientras pescaba con su familia cerca de Majana, a varios kilómetros de la costa. El muchacho de 17 años fue trasladado al hospital habanero Juan Manuel Márquez después de recibir atención médica en el Ciro Redondo, en la ciudad de Artemisa, donde se le practicó una cirugía que le salvó la vida.
La directora del centro hospitalario, Niurka de la Caridad Larrionda Valdés, explicó que el joven llegó en estado de shock y con una importante pérdida de sangre. «Lo primero fue reponer su volumen sanguíneo, para lo cual tuvimos el apoyo del banco de sangre de San Antonio de los Baños», detalló. Posteriormente, se sometió al joven a una cirugía compleja debido a los graves daños en sus vasos sanguíneos, brazo y antebrazo.
Tras una intervención exitosa, el joven fue monitoreado en todo momento por un anestesista y un intensivista, tanto del hospital como del pediátrico de Guanajay, ya que es menor de edad. Además, se mantuvo disponible sangre, aminas y antibióticos para cualquier emergencia. Después de la cirugía, y con una evolución favorable, se realizaron análisis complementarios y se decidió su traslado al Juan Manuel Márquez, en una ambulancia de cuidados intensivos con el personal calificado.
Cuba es un país rodeado de agua salada, pero los ataques de tiburones a humanos no son comunes. Según un artículo del diario Juventud Rebelde, entre 1749 y 2014 se reportaron en el país 44 ataques a humanos, de los cuales 39 no fueron provocados y cinco sí. En total, hubo 22 muertes confirmadas. A nivel mundial, las estadísticas indican que la probabilidad de ser atacado o mordido por un tiburón es de 1 entre 3.8 millones, mientras que la probabilidad de morir a consecuencia de un ataque es de 1 entre 252 millones.