El miércoles ocurrió un derrumbe en una edificación del Vedado habanero, dejando varias familias en situación de riesgo y desamparo. A pesar de la gravedad de la situación, al día siguiente aún no se había tomado ninguna medida para demoler la planta alta que amenaza a las casas de abajo. Esta falta de acción inmediata refleja un problema más amplio de mantenimiento de la infraestructura en Cuba.
Además, la policía intentó impedir que las personas tomaran fotos del lugar, lo que sugiere una cultura de opacidad en torno a los problemas del país.
Como señala una denunciante, las personas afectadas por el derrumbe continúan en la calle sin apoyo de ningún tipo. A pesar de las promesas de que se les habilitaría un lugar en el círculo social Camilo Cienfuegos para pernoctar y guardar sus cosas, tras 24 horas enteras, las personas siguen esperando sentados en una escalera del edificio de al lado.
Esta falta de respuesta concreta del gobierno y la falta de apoyo a las personas afectadas refleja un problema más amplio de la falta de inversión en la infraestructura y la falta de políticas adecuadas para atender las necesidades de la población. Como señala una internauta, las personas afectadas aún no tienen un plan de acciones para la rehabilitación del sitio y se encuentran en una situación de desamparo.
El peligro que implica para la comunidad la falta de mantenimiento constructivo de los inmuebles de la ciudad también es evidente en las imágenes del sitio destruido.
Como sugiere un usuario, si el edificio ya no puede ser rescatado por su avanzado deterioro estructural, debería ser demolido y ese espacio reutilizado para construir un edificio alto de viviendas que ayude a paliar la crítica situación del fondo habitacional de la ciudad.
La falta de acción y apoyo del gobierno en esta situación es preocupante y refleja un problema más amplio de mantenimiento de la infraestructura en Cuba.
Como señala una cubana que ha sufrido un derrumbe en su propia casa, no todos corren con la misma suerte que ella y sus vecinos, que fueron ubicados en 36 apartamentos durante 7 años hasta que pudieron regresar a sus hogares. Muchas personas en situaciones similares no reciben albergues ni ayuda y viven en condiciones pésimas e inhabitables.
