Los peloteros cubanos que participaron en el V Clásico Mundial de Béisbol recibirán cada uno un pago de 25.600 dólares, según informó el periodista deportivo Francys Romero en Twitter. Esta suma corresponde a lo que la MLB anunció que pagaría a los jugadores, en función del progreso de los equipos en la competencia. Los peloteros que juegan en la Isla podrían tener dificultades para recibir su pago debido a las regulaciones del embargo estadounidense, que prohíben a los ciudadanos norteamericanos hacer transacciones con entidades cubanas. Aunque se dice que se está intentando pagarles en efectivo, todavía es información extraoficial.
Por ley, los peloteros que juegan en Cuba no pueden cobrar un centavo. Aunque algunos podrían recibir el dinero si tienen cuentas bancarias en el extranjero, otros podrían tener dificultades para recibir el pago. La FCB, que no debe ver un centavo del dinero del torneo, podría intentar reclamar una parte del dinero de los jugadores, aunque esto no está claro. En caso de que la MLB transfiera el dinero a los jugadores que juegan en Cuba a un banco en la Isla, se desconoce en qué moneda lo recibirán y cuál será la tasa de cambio.
Mientras tanto, los peloteros cubanos ya han recibido «obsequios» del régimen, como bates con la frase «Team Asere», diplomas, postales de Vilma Espín y una especie de artesanía con la bandera cubana. También se les ha dado un «emotivo recibimiento» en sus ciudades de origen. Este uso del equipo Cuba para propaganda política no sorprende, pero no deja de ser un recordatorio de que el régimen cubano sigue utilizando el deporte como herramienta política.
El uso del deporte con fines políticos no es exclusivo de Cuba. En muchos países, los gobiernos han utilizado el deporte como una forma de proyectar su imagen al mundo y de fomentar el patriotismo. Sin embargo, en el caso de Cuba, este uso del deporte está enraizado en su historia. Desde la Revolución, el deporte ha sido una herramienta para proyectar la imagen del régimen y para fomentar el patriotismo entre los cubanos.
El deporte también ha sido una forma de mejorar las relaciones internacionales de Cuba. El equipo de béisbol de Cuba ha sido uno de los mejores del mundo durante décadas, y muchos jugadores cubanos han emigrado a otros países para jugar en las grandes ligas, lo que ha mejorado la imagen del régimen. Sin embargo, el régimen ha utilizado este éxito para su propio beneficio, y no para el beneficio de los jugadores o de la sociedad cubana.
El V Clásico Mundial de Béisbol fue una oportunidad para que los peloteros cubanos demostraran su talento en el mundo. Aunque no lograron ganar el torneo, su participación fue importante para la imagen de Cuba. Sin embargo, la incertidumbre sobre el pago de los jugadores muestra que el deporte sigue siendo utilizado por el régimen cubano como una herramienta política. Los peloteros cubanos merecen ser reconocidos por su talento y su dedicación al deporte, y no deberían ser utilizados para fines políticos.