En un artículo reciente, se anunció que el juicio por la demanda de estados republicanos que buscan congelar el programa de parole humanitario para migrantes cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos comenzará el 13 de junio en un tribunal federal de Victoria, Texas.
La abogada de inmigración Laura Jiménez indicó que el proceso judicial será más complejo y abarcador, ya que habrá testigos y ambas partes podrán rebatir sus declaraciones, lo que significa que el proceso se extenderá por más de los dos días previstos.
Este programa de parole humanitario ha beneficiado a muchos cubanos en particular. Hasta mediados de este mes, unos diez mil migrantes de la isla habían llegado a Estados Unidos gracias al cambio anunciado por la Administración de Joe Biden a inicios de enero. La cifra fue divulgada por el subsecretario de Estado Brian A. Nichols durante una conferencia en la Universidad Internacional de Florida en la que habló sobre la Política de EE.UU hacia Cuba.
Sin embargo, la demanda presentada por estados republicanos en Texas podría cambiar todo eso. Si se congelara el programa de parole humanitario, los migrantes que buscan refugio en Estados Unidos se encontrarían en una situación aún más difícil. La incertidumbre sobre su futuro se sumaría al peligro que ya enfrentan al intentar llegar a Estados Unidos desde Cuba, Venezuela, Nicaragua o Haití.
El subsecretario de Estado Brian A. Nichols calificó esta nueva política migratoria como «muy audaz e innovadora». Biden se comprometió a conceder Parole Humanitario hasta a 30.000 personas de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití cada mes para frenar la crisis en la frontera. De acuerdo con cifras oficiales, en 2022 casi 300.000 ciudadanos de la isla cruzaron la frontera suroeste, lo que representa casi el tres por ciento de la población estimada de Cuba.
A pesar de que este programa ha beneficiado a miles de migrantes de diversas nacionalidades, el juicio por la demanda contra el programa de parole humanitario podría cambiar todo.